Bolivia se presentó hoy ante la segunda Conferencia de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Hábitat II) como ejemplo de participación popular institucionalizada, una conquista social con origen en tradiciones del pasado.
La Ley de Participación Popular, vigente desde hace dos anos, permitió a las comunidades de campesinos, de mineros e indígenas del interior organizarse en municipios y disponer de recursos propios, destacó en Estambul el subsecretario de Desarrollo Urbano de Bolivia, Luis Ramirez Velarde.
Veinte por ciento de los impuestos nacionales se distribuyen ahora entre los 311 municipios creados, de acuerdo con el tamaño de su población. Antes de la aprobación de la ley, sólo unas 20 ciudades grandes tenían gobierno municipal reconocido.
Esa nueva realidad institucional de Bolivia "no es obra de una persona ni llegó automáticamente", sino que se trata del rescate de una tradición de organización comunitaria que sobrevivió a la colonización europea y a varios conflictos, explicó Ramírez Velarde.
Bolivia desea compartir su experiencia con el mundo y propone en Hábitat II la promoción de la participación activa e institucionalizada en los programas de desarrollo urbano, como forma de asegurar su éxito, agregó el subsecretario.
La Ley de Participación fue complementada con la descentralización promovida por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, que aumenta el poder de las prefecturas (gobernaciones) departamentales en materia de planificación y ejecución de proyectos.
Las dos normas provocaron una verdadera "revolucion" en Bolivia, dijo a IPS Ramírez Velarde, uno de los mentores de la Ley de Participación. Los 311 nuevos municipios realizaron elecciones en diciembre y más de un tercio de los concejales son dirigentes de comunidades campesinas e indígenas.
Tambien se eligen comités de vigilancia por cantones, para supervisar el funcionamiento de la municipalidad y asegurar el cumplimiento de las prioridades definidas por las comunidades.
Los prefectos de departamentos aún son designados por el presidente, pero hay un Consejo elegido por los municipios, que elabora el plan de desarrollo departamental y vigila su ejecución.
La creacion de los municipios y la participacion determinaron una "revolución del cemento", debido a "la gran cantidad de obras" surgidas, dijo Ramírez Velarde. Cada comunidad decide lo que más necesita e incorpora sus prioridades al plan municipal.
La nueva legislación es producto de una discusión de diez años y reconoce "finalmente" la "historica organizacion comunal" de los bolivianos. Pero aún así, resulta "sorprendente" que fuera promulgada por un gobierno considerado "neoliberal", admitió el subsecretario. (FIN/IPS/mo/ff/pr ip/96)
