América Latina, la region más urbanizada del hemisferio sur, participa en la conferencia internacionalsobre Hábitat, inaugurada hoy, con muchas expectativas de resultados positivos y algún escepticismo.
Brasil ya se puede considerar muy favorecido por la sola realización de la Conferencia, que ayudó a relanzar temas relegados en el país desde la década pasada, debido al desmantelamiento de la estructura estatal encargada de temas urbanos.
Esa fue la evaluación del senador Fernando Coutinho Jorge, quien preside una Comisió Especial para el Hábitat creada especialmente en el Senado de ese país para preparar y dar seguimiento a Hábitat II.
"Nos suicidamos en términos de política urbana", admitió el senador Epiridiao Amin, otro de los 17 parlamentarios de la delegación brasileña en Estambul.
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de América Latina se han unido en otrno a una plataforma de tres temas, dijo a IPS el arquitecto mexicano Enrique Ortiz, secretario ejecutivo de Hábitat Coalición Internacional (HIC).
Eos temas son el acceso a la vivienda, una "democratización profunda" que permita la participación efectiva de la sociedad civil en las decisiones y el control sobre proyectos en asentamientos humanos y una "estrategia de defensa contra la exclusion y la expropiación de los pobres".
Si no se resuelve consagrar el derecho a la vivienda, e producirá "un retroceso de 30 años", consideró Ortiz.
Pero las ONG latinoamericanas critican a los gobiernos y Naciones Unidas por no haber permitido la participación en la cumbre de los movimientos sociales, "que son los que efectivamente construyen las ciudades", señaló.
Fueron pocos los países que, como Brasil, los incluyeron en los Comités Nacionales, mientras el Centro de Naciones Unidas para Asentamientos Humanos "los ignoró", añadió el artquitecto.
Las comunidades de base están presentes en el Foro de las ONG por su propio esfuerzo i ayuda de sus pares del extranjero, concluyó.
Según el secretario de Asuntos Sociales de Argentina, Eduardo Amadeo, también los gobiernos latinoamericanos llegaron a Estambul con posiciones unificadas en relacion a principios de base, como el del acceso a la vivienda.
La Conferencia estimulará mecanismos como la descentralización y la participación comunitaria. La aplicación de esos dos principios, permitió en Argentina abaratar el costo de la vivienda en 30 por ciento en cinco años y reducir los niveles de corrupción, indicó Amadeo.
No hay obstante, en otros sectores hay escepticismo. Para Tarso Genro, alcalde de Porto Alegre, capital estadual del sur de Brasil, la Conferencia es sobre todo "un hecho político, donde domina la retórica".
Lo positivo está fuera de los debates oficiales y consiste en el intercambio de experiencias que se da sobre todo en una muestra organizada a tres kilómetros del centro universitario y cultural donde tiene lugar la conferencia.
Porto Alegre es portadora de una de las más interesantes de las 18 experiencias brasileñas destacadas, la del "presupuesto participativo", mecanismo mediante el cual la población opina y decide, en asambleas, sobre las prioridades en que se aplicarán los recursos de inversión municipales.
Para el director de la ONG Fundación Salvadoreña, Edín Martínez, "los gobiernos firman documentos pero en la práctica no los cumplen". Eso se confirma por los planes nacionales de acción, que en general "no asignan presupuesto alguno para la vivienda" y acciones urbanas, indicó.
La participación también es débil. El plan presentado por el gobierno de El Salvador sólo fue discutido con tres de las 300 ONG existentes en el país, lamentó Martínez, que elogió, sin embargo, el plan chileno.
El diputado Carlos Montes, de la Comisión de Vivienda del parlamento de Chile, atribuyó la "consistencia" del programa presentado por Santiago a los dos años de intensa discusión que precedieron su adopción.
El gran aporte de Hábitat II es dar "jerarquía" al problema urbano, "fundamental para el siglo XXI", y superar el tratamiento fragmentado que usualmente ha recibido, señaló.
Las personas viven bajo un techo, pero tambien trabajan, se desplazan, se divierten, consideró. "En general se acepta pagar la vivienda, pero no los equipos urbanos", dijo Montes.
Las ciudades latinoamericanas aún son "manejables", pero hay que anticiparse y evitar el agravamiento de sus problemas, estimular la creatividad y buscar nuevos enfoques, señaló. (FIN/IPS/mo/dg/pr/96)