ESTADOS UNIDOS: Amnistía pide prohibir cinturones que aturden

Amnistía Internacional (AI) lanzó un llamamiento para prohibir el empleo y exportación de un tipo de cinturón, especialmente diseñado para aturdir y controlar a reclusos, que ya está uso en las cárceles de Estados Unidos.

El grupo internacional dijo estar "extremadamente preocupado" acerca de la introducción del cinturón, que funciona con control remoto y lanza descargas de 50.000 voltios contra sus blancos.

"El cinturón para aturdir hace muy fácil a los funcionarios de seguridad infligir agudo dolor e incapacitar a un preso simplemente oprimiendo un botón", expresó un informe difundido en Washington.

El grupo está convencido que el uso de esos cinturones "puede ser una violación de las normas internacionales sobre derechos humanos de prisioneros, las cuales prohiben "tratamientos o castigos crueles, inhumanos o degradantes".

Llamado Cinturón con Tecnología Electrónicamente Activada por Control Remoto (REACT), el dispositivo es colocado en torno a la zona del riñón izquierdo del recluso. Ha sido propuesto para usar con prisioneros que trabajan encadenados en hilera en Wisconsin, y ya lo emplean en detenidos durante audiencias judiciales.

Entre las instituciones que han adquirido el dispositivo desde su lanzamiento en 1993, figuran el Departamento de Prisiones, el Servicio de Comisarios y más de 100 agencias distrituales y cárceles en 16 estados.

"Una aplicación de la descarga dura ocho segundos y provoca la total incapacitación del sujeto, incluyendo su abatimiento al suelo, fuerte dolor, autoorina, autodefecación y pérdida de la visión", indicó William Schultz, director de AI en Estados Unidos.

La literatura promocional distribuída por los fabricantes da cuenta de su impacto potencial sobre los prisioneros. "Despues de todo, si usted llevara un artilugio en torno a la cintura mediante el cual la mano de otro lo puede hacer orinar o defecar, ¿qué haría desde el punto de vista psicológico?", demandó.

Amnistía está preocupada que el fabricante del cinturón, StunTech, de Ohio, pueda exportarlo.

"Dada la disposición de las compañías y el gobierno estadounidense de vender tecnología de choque eléctrico a otros estados donde existe clara evidencia del empleo de ese tipo de equipos para apremiar a prisioneros, estamos muy preocupados que esos cinturones puedan caer en manos de turturadores", previno.

Schultz indicó que Stuntech ya ha comenzado a promover el cinturón en Canadá y Gran Bretaña. "Nos preocupa que en el futuro lo puedan vender a países como China o Arabia Saudita, donde la tortura mediante descargas eléctricas es cosa común".

Las únicas verificaciones médicas sobre los efectos del cinturón fueron realizadas por un especialista de Nebraska, que lo utilizó en cerdos anestesiados, según Amnistía, e informó que el artilugio no era riesgoso si se le daba "un uso apropiado".

Shultz apuntó que el uso apropiado es un término indefinido. AI compiló numerosos casos en que el REACT fué empleado acidentalmente.

AI demandó a los gobiernos de Estados Unidos y otros países que realicen un examen independiente de las consecuencias médicas del uso del cinturón, y suspendan su producción y empleo hasta que se demuestre que no es un instrumento de tortura y no causa la muerte.

Tambien pidió la prohibición gubernamental de la exportación del cinturón y su publicidad. (FIN/IPS/tra/en/jl/fz/ego/hd).

= 06131026 DAP002

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe