Las autoridades y las organizaciones de ayuda a drogodependientes se muestran impotentes en España ante el rápido aumento entre los jóvenes del consumo de "éxtasis" y otras drogas sintéticas.
Las drogas sintéticas, o de diseño, ya no son exclusivas de una sola "tribu" urbana. Su presencia se amplió a todo tipo de locales nocturnos e incluso la policía ha detenido a pequeños traficantes que venden la llamada "píldora del amor" en la Gran Vía madrileña, situada en el corazón de la ciudad.
La opinión pública española fue conmovida la semana pasada por el caso de un niño de 11 años, heroinómano desde los cinco, que ingresó en un centro de rehabilitación
No es ese el único niño drogadicto, pero el conocimiento de su situación sacó a la luz un problema soslayado por padres que no quieren admitir que sus hijos consumen droga y alcohol.
Estudios sanitarios revelan que 100 por ciento de los jóvenes que se inician en los estupefacientes lo hacen a través del hachís, antes de terminar en la heroína, y en el proceso pasan por las drogas de diseño.
De fácil producción, lucrativas para sus traficantes, y de precio relativamente asequible (oscila entre 12 y 15 dólares la pastilla), esas sustancias son consumidas masivamente por los jóvenes y están asociadas a las discotecas y la música "tecno".
El nuevo delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre drogas, Gonzalo Robles, destacó que "entre 80 y 90 por ciento de quienes se inician en la droga lo hacen siendo menores".
Debido a la droga, el organismo es incapaz de regular el exceso de calor que produce el intenso ejercicio. La temperatura del cuerpo se eleva hasta los 44 grados, sobreviene el coma, y "el golpe de calor" acaba provocando un fallo multiorgánico mortal a medio plazo.
Según especialistas en toxicología del Hospital Clínico de Valencia, en los dos últimos años se ha duplicado el número de alteraciones psíquicas producidas por la adulteración del "éxtasis".
Un relato habitual de los médicos es que los jóvenes llegan a los servicios de urgencia con brotes psicóticos. Creen que los persiguen, que alguien intenta matarlos, sufren alucinaciones y posteriores depresiones muy difíciles de superar.
"Ya hemos visto algunos casos de jóvenes que ahora tienen 17 o 18 años, habituados desde hace tiempo a las drogas de laboratorio, que necesitan tratamiento psiquiátrico específico", dijo Encarna Pinto, coordinadora de Proyecto Hombre-Madrid.
Si bien se carece de información estadística sobre el consumo de "éxtasis" entre los españoles, diferentes estudios revelan que ha descendido la edad de comienzo de la adicción a la heroína.
De acuerdo con la Asociación Poveda, de ayuda a drogadictos, 14 por ciento de los heroinómanos iniciaron el consumo entre los 10 y los 12 años, y 40 por ciento, entre los 13 y los 18 años.
Sara Nieto, portavoz de la Asociación Madres contra la Droga, aseguró que "la media de edad" de quienes se inician en el consumo de heroína es ahora de 12 años, y el gobierno "oculta" ese dato.
La policía informó que unos 2.000 toxicómanos llegan diariamente al poblado de Los Módulos, en el área suburbana de Madrid, a comprar heroína, cocaína y hachís.
Al problema de la droga se agrega el alcoholismo entre menores de edad. Numerosos adolescentes, entre los cuales no faltan chicos de sólo 14 años, acuden a Alcohólicos Anónimos para rehabilitarse.
La cantidad de menores de 25 años miembros de Alcohólicos Anónimos se multiplicó por cinco en el último lustro, de acuerdo con fuentes de esa organización. (FIN/IPS/jc/ff/ip/96
