La conferencia internacional del foro Educación para Todos finalizó hoy en la capital jordana con una propuesta de reducción del peso de la deuda externa de los países en desarrollo mediante el mecanismo de conversión de deuda por inversión educativa.
El encuentro constató que el peso del servicio de la deuda externa y el fracaso recurrente en el objetivo de incorporar a niñas y mujeres al proceso educativo constituyen los obstáculos principales para el avance en el aprendizaje y la solución de los problemas socioeconómicos de los países subdesarrollados.
Más de 200 participantes, entre ellos la vicepresidenta de Uganda y unos 30 ministros y viceministros aprobaron por aclamación el comunicado final.
En el comunicado se reafirman los propósitos establecidos hace seis años en la ciudad indonesia de Jomtien, de detener el analfabetismo y otorgar educación básica a toda la población en el año 2000.
El encuentro fue organizado por el Foro Educación Para Todos, con la colaboración del sistema de Naciones Unidas y el patrocinio del gobierno jordano.
Los participantes discutieron intensamente desde el domingo 16 los avances del programa de 10 años establecido en 1990.
El éxito principal del programa ha sido la incorporación de 50 millones de niños al sistema escolar.
Sin embargo, el encuentro constató también que aún hay 110 millones de niños sin acceso a la escuela y se mantienen más de 900 millones de jóvenes y adultos en el analfabetismo, más de la mitad de ellos mujeres.
La reunión admitió que el progreso registrado en cuanto a la eduación de niñas y mujeres ha sido "angustiosamente lento".
Reconoció también que se registró una tendencia a concentrar los esfuerzos de Eduación Para Todos en la educación básica, "sin reconocer sus vinculos esenciales con la educación secundaria y superior, y el desarrollo de habilidades técnicas y vocacionales".
Los países en desarrollo, particularmente al sur del Sahara, expusieron insistentemente durante la reunión las limitaciones que los programas de ajuste estructural y el servicio de la deuda externa imponen en sus programas educativos y exigieron la cancelación inmediata de sus deudas multilaterales.
Richard Jolly, Asesor Especial del Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), explicó que el mecanismo de canje de deuda por educación funcionaría del mismo modo que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha organizado cambios de deuda por programas sociales.
De este modo, con el apoyo financiero de agencias donantes, se compran documentos de deuda externa en el mercado secundario, que luego se invierten en proyectos de desarrollo social en el país deudor.
Jolly admitió a IPS que los montos de reducción de deuda por este medio son ínfimos, comparados con los montos totales de las obligaciones financieras, pero subrayó que aun siendo pequeños, han permitido doblar las cantidades invertidas.
Según Jolly, el mecanismo principal de alivio de la deuda africana es el propuesto por los propios países deudores: la condonación.
El Banco Mundial está finalizando una propuesta de condonación de deuda multilateral para los paises del Africa subsahariana por una suma estimada en unos 9.000 millones de dólares, cifra que el propio Jolly consideró abslutamente insuficiente frente al total de los compromisos del continente.
La deuda africana alcanza a 300.000 millones de dólares, y cerca de 20.000 millones se agregan anualmente por concepto de capital e intereses morosos.
Las metas de Jomtien dependen, en gran medida, de la capacidad financiera de los países para enfrentar la construcción de escuelas, capacitar a maestros, desarrollar, imprimir y distribuir textos de estudio, y aplicar tecnologías de avanzada para la educación a distancia.
Según la conferencia, también dependerá de la voluntad política de los gobiernos para asignar a la educación la primera prioridad en términos reales y no sólo retóricos, sobre todo en la reasignacion de recursos.
En su discurso de cierre de la reunión, Jolly puso como ejemplos a Costa Rica y Haití, países que en distintas epocas -1948 y 1994- y bajo diferentes circunstancias han abolido las instituciones militares, para dedicar todos sus recursos y esfuerzos al desarrollo socioeconómico.
Pero la conferencia no alcanzó el consenso necesario para incluir el tema de los gastos militares en sus conclusiones.
El vicepresidente del Banco Mundial, Armeane Choksi, dijo a IPS que ese organismo recomienda a los países receptores de crédito la necesidad de ejecutar los ajustes estructurales sin afectar los gastos sociales y de equilibrar el presupuesto fiscal con cortes en los gastos militares y de seguridad.
Pero, como admitió la propia conferencia, los países tienen también peligros y enemigos, y la seguridad es tal vez la más sensible de las áreas políticas.
La reunión finalizó con el aparente entusiasmo de llevar adelante la misión planteada, pero sin caminos claros para sortear los obstáculos de cantidad y calidad que se le presentan y para los cuales sólo tiene cinco años de plazo. (FIN/IPS/ak/ag/cr/96)