Ecuador empleará una nueva vara a partir de julio para medir la inflación, pues la actual canasta de productos basicos, vigente desde hace 18 años, arroja datos cada vez más apartados de la realidad económica del país, según coinciden varios analistas.
El anuncio oficial de la identificación de una nueva canasta de productos para medir la inflación fue realizado por Juan Carlos Blum, director del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), quien afirmó que "los patrones de consumo de los ecuatorianos han variado notablemente desde 1978".
Blum difundió la noticia días después de que el INEC sorprendiera a los analistas y a la población con el índice de precios al consumo (IPC) del mes de mayo, que registró una deflación de 1,2 por ciento, algo que no se registraba desde 1980.
Pese a la medición oficial, "es evidente que los precios al consumo no han bajado", dijo a IPS Angel Espinoza, analista económico y consultor internacional de inversiones, y tampoco es probable que se mantuvieran constantes.
Según Espinoza, el consumo de los hogares varía significativamente cada cinco años y "los productos básicos que el INEC utiliza para medir la inflación ahora demuestran su obsolescencia".
La nueva canasta básica excluye 57 de los 200 productos de la anterior e incorpora 54, entre los que figuran artículos deportivos, ron, equipos de sonido, computadoras, video caseteras, máquinas de afeitar, pañales desechables, agua mineral y servicios al automovilista.
Entre los productos descartados se cuentan la manteca de cerdo, el aguardiente, las hojas de afeitar, el cine y los tocadiscos.
Blum dijo que la nueva canasta de productos básicos "tendrá una vigencia de 10 años", tiempo en que "los productos incorporados mantendrán su importancia frente a preferencias futuras de consumo".
A pesar de que la nueva canasta funcionará a partir de julio, el año base para efectuar las mediciones inflacionarias continuará siendo 1976, año en que se realizó la evaluación de la canasta vigente, ya que según el INEC, es necesario un período de prueba para realizar ajustes en los nuevos productos.
Para conformar la nueva canasta fueron necesarios tres años de investigación, durante los cuales se hizo el seguimiento del consumo de 11.000 familias en 12 de los 197 cantones del país.
Esta encuesta de ingresos y gastos contó con la asesoría del Departamento de Trabajo y de Agricultura de Estados Unidos y, según el INEC, ayudó a dibujar un perfil más certero de la población ecuatoriana y su realidad económica.
El INEC informó que se ha incrementado el gasto familiar destinado a la compra de alimentos, que ocupa el primer lugar en cuanto al cálculo del IPC.
Los alimentos y bebidas, que antes tenían una participación de 39,6 por ciento en el IPC, ahora representarán 43,2 por ciento, el vestido aumenta de 10,7 a 12 por ciento y otros artículos (misceláneos) de 25 a 27 por ciento.
La gasolina, "que aumenta mes con mes, tendrá ahora una mayor incidencia sobre los datos inflacionarios", señaló Blum. La incidencia de la gasolina en la canasta familiar pasa de 0,5 a 1,5 por ciento.
La reforma del sistema de medición tendrá de consecuencia el registro de la inflación real, que es mayor de la informada hasta ahora, concluyó Espinoza. FIN/IPS/mg/ff/if/96).
