El voto indígena se ha convertido en trofeo a conquistar por los dos candidatos que disputarán la presidencia de Ecuador el próximo 7 de julio, en una segunda ronda electoral.
Con distintas estrategias, Jaime Nebot, del derechista Partido Social Cristiano (PSC), y Abdalá Bucaram del populista Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), ambos de la rica región de la costa, pretenden lograr los sufragios indígenas, que les abrirían las puertas de la región serrana, más pobre.
El objetivo de estos candidatos es captar al movimiento independiente Nuevo País-Pachakutik (MNPP) que, en su primera lid política, se consolidó como la cuarta fuerza electoral y la primera en las provincias serranas de mayor concentración indígena, incluyendo a Pichincha, que aloja a Quito.
El MNPP está conformado por la Coordinadora de Movimientos Sociales, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y agrupaciones gremiales y empresariales.
Pero la presión de las dos campañas electorales podría precipitar la ruptura de este movimiento multisectorial.
Nebot, quien en la primera vuelta del 19 de mayo mantuvo una distancia prudente con el movimiento liderado por Feddy Ehlers, candidato del MNPP, busca ahora el acercamiento ideológico de su propuesta de corte neoliberal con la del grupo indígena, que promueve una revolución ética, económica, educativa y ecológica.
El PSC considera "interesante" que el Congreso unicameral,de 82 escaños, sea presidido por el diputado Luis Macas, quien encabeza al grupo de siete diputados provinciales del MNPP.
Los socialcristianos, primera fuerza política de Ecuador, lograron el triunfo en sólo cuatro de las 21 provincias del país y obtuvieron cuatro diputados nacionales y 23 provinciales, seguidos por el PRE, con tres nacionales y 18 provinciales y victorioso en seis provincias.
Para la presidencia, Nebot aventajó a Bucaram por escasos tres puntos porcentuales, sin conseguir la mayoría absoluta.
Las últimas encuestas, cuya publicación está prohibida por disposición oficial, otorgan el primer lugar -por pequeño margen- a Bucaram, con una propuesta que pone el acento en el gasto del Estado en la educación, la salud y la vivienda y que ha conquistado en la región de la sierra más adeptos que Nebbot.
Ehles, a quien el triunfo en 11 provincias de la sierra fue insuficiente para pasar a la segunda ronda electoral, manifestó que el MNPP "no brindará su apoyo a ninguna de las candidaturas", pues consideró que Nebot y Bucaram representan "al mismo grupo que ha buscado el poder a toda costa".
Bucaram logró el apoyo de un importante líder de los indígenas amazónicos, Valerio Grefa, quien a nombre del movimiento Pachakutik otorgó su voto "crítico y condicionado" al PRE y negó que Ehlers represente a toda la población autóctona.
Según Bucaram su campaña se identifica con las demandas sobre la plurinacionalidad y el derecho de los pueblos indígenas a regirse por sus propios conceptos de convivencia social.
En caso de obtener la presidencia, el dirigente roldosista formaría gobierno con hombres y mujeres indígenas, según dijo.
"Fue una decisión colectiva y consciente, "señalo Grefa al indicar que Pachakutik " es un movimiento que apoyó, en un momento determinado al movimiento Nuevo País y a la candidatura del señor Ehlers, quien no es dueño de los votos indígenas".
De acuerdo a Grefa, 4,6 millones de ecuatorianos pretenecen a una de las 10 nacionalidades indígenas y 1.380.000 están capacitados para votar, 22,2 por ciento del padrón electoral. Otros estudios señalan que la población indígena es apenas de 2,2 millones de perosnas.
"Grefa representa un pequeño sector de las comunidades amazónicas y al parecer ignora que el voto indígena no se puede endosar y mucho menos bajo los interese particulares de los dirigentes", respondió Ehlers. (FIN/IPS/mg/dg/ip-pr/96)