Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela actuarán en conjunto contra el narcotráfico a través de un "Grupo Operativo de Alto Nivel" y un centro de inteligencia antidroga creados durante una reunión de directores y jefes antinarcóticos de la subregión.
Por primera vez las naciones andinas -tres de ellas, Bolivia, Colombia y Perú, las principales productoras de coca y cocaína del mundo- abordaron el problema de las drogas en una forma multidisciplinaria y a niveles técnico-operativos.
El grupo operativo, creado esta semana en La Paz, desarrollará sus acciones en los campos de la formulación de políticas antidroga, interdicción, desarrollo alternativo, prevención y rehabilitación.
Para la interdicción, el primer frente de lucha contra el narcotráfico en la subregión, los miembros de este grupo decidieron crear un centro de inteligencia antidroga que estará apoyado por canales de información computarizada para un efectivo trabajo de detección y represión de bandas de narcotraficantes.
El subprocurador jurídico de México, Rafael Estrada, que participó como invitado especial, advirtió que el mapa del tráfico de cocaína en la región podría haber cambiado en los últimos años.
"El tráfico mayor tradicionalmente está en Colombia, pero por la lucha tan fuerte en ese país, ahora tenemos temores fundados de que los embarques se desplazan desde Perú y Bolivia, y de ahí partan a México o directamente al mercado más grande, que es Estados Unidos", afirmó Estrada.
El grupo también será el intelocutor de la subregión en el diálogo con los países de la Unión Europea, para lograr cooperación financiera, técnica y capacitación para enfrentar a las mafias de la droga.
Este mecanismo se ocupará, igualmente, de intensificar el enfoque del desarrollo alternativo a los cultivos de coca para promover nuevas opciones económicas para los campesinos que se dedican a la plantación de la materia prima de la cocaína.
Con relación a la prevención y la rehabilitación, el grupo operativo desplegará mayores esfuerzos en la realización de programas de educación en las sociedades andinas, informaron fuentes de la secretaría boliviana de Defensa Social.
La reunión de autoridades antidroga del área andina -en la que participó un delegado de México como observador- se efectuó por determinación de la última cumbre presidencial del Grupo Andino de Trujillo (Perú).
"Tenemos que aprender un poco del narcotráfico, que tiene mecanismos de mucha dinámica, flexibilidad, intercambio de información y modernización de sus sistemas", dijo el secretario de Defensa Social de Bolivia, Víctor Hugo Canelas, al enfatizar en la necesidad de la coordinación interregional.
En tanto, el director nacional de Estupefacientes de Colombia, Joaquín Polo, hizo un llamamiento a sus colegas a afrontar con energía este reto común de las naciones andinas y del mundo entero, "para luchar contra este abominable crimen y el negocio del narcotráfico".
"La lucha contra el narcotráfico es una tarea que no termina nunca, pero hoy la acción estatal se ha fortalecido en la lucha contra los cárteles de la droga", afirmó.
Bolivia, Colombia y Perú concentran en sus territorios casi toda la coca que se produce en el mundo y que las mafias del narcotráfico transforman en cocaína.
Según datos del gobierno de Estados Unidos, que supervisa rigurosamente los avances en la lucha antidroga en la subregión, Perú es el primer productor mundial de coca, con casi 200.000 hectáreas, seguido de Colombia, con aproximadamente 50.000, y Bolivia, con 44.000.
En Bolivia, el gobierno se propone erradicar toda la coca ilegal y excedentaria en cinco años, al cabo de los cuales sólo quedarían 12.000 hectáreas legales de estos cultivos que se utilizan con fines medicinales, alimenticios y rituales.
Pero los campesinos tienen una visión distinta sobre los cultivos de coca, a los que consideran como única alternativa económica de sobrevivencia.
"Si no se erradica la pobreza, la coca existirá por años en en la región andina. Si continúa el fracaso del desarrollo alternativo, la amenaza del gobierno sólo servirá para justificar su política equivocada ante la embajada de Estados Unidos", dijo Evo Morales, dirigente cocalero boliviano.
En Bolivia, los cultivos excedentarios, que se utilizan en la fabricación de cocaína, suman 30.000 hectáreas, cantidad con la que es posible producir 200 toneladas de droga por año.
Los planes gubernamentales de erradicación establecen la destrucción de 6.000 hectáreas de coca por año. (FIN/IPS/jcr/dg/ip/96)