/DROGAS Y NARCOTRAFICO/ COLOMBIA-EEUU: Prevén deterioro en relaciones bilaterales

Analistas de Colombia prevén que las relaciones entre este país y Estados Unidos entrarán en su fase más crítica tras la absolución que el presidente Ernesto Samper, acusado de recibir dinero procedente del narcotráfico, obtuvo este jueves en la Cámara de Diputados.

En el marco de deterioro acelerado de las relaciones con Estados Unidos en el último año, Washington reafirmará "su política agresiva contra Colombia" debido a la absolución de Samper, dijo Juan Tokatlián, del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Nacional.

Tokatlián afirmó que las presiones de Estados Unidos se registrarán en el ámbito diplomático, con el veto selectivo en el otorgamiento de visas a políticos colombianos, como ocurrió con el ex presidente de Bolivia Jaime Paz Zamora.

La prensa informó que cerca de 30 personalidades del gobierno y la política con presuntos nexos con el narcotráfico están en la lista de quienes no podrán entrar a Estados Unidos por habérseles negado la visa.

En el plano económico, Tokatlián afirma que están a estudio acciones dosificadas para darle mayor carácter de sanción al proceso que se inició en marzo pasado, cuando el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton descertificó a Colombia por su insuficiente colaboración en la lucha antidrogas.

Las presiones que aplicará Washington a Colombia obedecen "a dos lógicas distintas pero concurrentes", señaló el experto.

Por un lado, buscará mediante las saciones comerciales que aumenten las presiones de los empresarios sobre Samper para que abandone la Presidencia, sin aparecer interviniendo en forma abierta en la situación interna de Colombia.

En segundo lugar, la hostilidad estadounidense con Colombia se explicaría en la Estrategia Nacional de Control de Drogas (ENCL) de 1996, que implica "un endurecimiento general de la política antidrogas de Washington".

Para el experto, la ENCL, que nace del evidente fracaso de la política antinarcóticos de Clinton, se sustenta en que ahora se conjugarán más esfuerzos represivos para superar el problena del narcotráfico.

En el plano económico, Estados Unidos está revisando su posición hacia Colombia dentro del proceso de descertificación, que en marzo llevó a su punto más tenso las relaciones bilaterales.

"Estamos repasando la cooperación antidrogas con Colombia y nuestras opciones políticas para conseguir una mejor colaboración", dijo la semana pasada el secretario adjunto de Estado, Robert Gelbard, en un mensaje ante el Congreso.

Gelbard recordó que las posibles sanciones comerciales que se derivan de la descertificación aún penden sobre el gobierno de Samper y pueden ser aplicadas si no existen "avances significativos" en la lucha antidrogas.

En la primera fase de la descertificación, Colombia perdió el voto de los representantes de Estados Unidos ante los organismos multilaterales de créditos, así como el acceso a la cooperación de las agencias de desarrollo y la ayuda directa para la lucha antidrogas.

Clinton quedó facultado también para aplicar sanciones comerciales, de acuerdo con las evaluaciones posteriores que se hagan sobre el desempeño del gobierno colombiano para combatir el narcotráfico.

Según la privada Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), si Estados Unidos decide aplicar en su "fase II de la descertificación" nuevas sanciones comerciales, el sector industrial será el más afectada.

En esa fase, el gobierno estadounidense puede suspender los beneficios otorgados mediante la Ley de Preferencias Arancelarias (ATPA) a unos 6.000 productos colombianos como compensación por la lucha del país sudamericano contra el narcotráfico.

Fedesarrollo entiende que la eliminación de estas preferencias arancelarias representarán una caída de 1.048 millones de dólares en las reservas internacionales de Colombia.

A pesar de que Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, la entidad considera que Gran Bretaña es un buen aliado y la producción conjunta en los campos petroleros de Cusiana, en el este del país, contribuirá a amortiguar el déficit comercial, de 2.739 millones de dólares.

Fedesarrollo advirtió también que si el país sigue descertificado en 1997 los indicadores económicos tendrán una caída notoria.

Según estas proyecciones, en 1997, con la descertificación, el producto interno bruto (PIB) crecerá 5,2, el consumo 3,8 por ciento y el empleo siete por ciento.

En condiciones normales se estima que el PIB crecería 5,7 por ciento, el consumo 4,3 por ciento y el empleo 8,8 por ciento. (FIN/IPS/yf/ag/ip/96)

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