Para burlar el dispositivo legal que reglamenta la publicidad de cigarrillos por televisión, las empresas tabacaleras de Perú pagan a las productoras de telenovelas para que los personajes más simpáticos aparezcan fumando en escenas de éxito y sensualidad.
La denuncia sobre ese procedimiento irregular fue formulada por el ex Ministro de Salud Luis Pinillos, presidente de la Comisión Permanente de la Lucha Anti Tabaco (Colat).
Pinillos fue uno de los promotores de la legislación antitabaco en Perú, que entre otras cosas prohibe fumar en locales públicos y difundir publicidad de cigarrillos por televisión antes de las 22 horas.
La ley impone también la obligación de insertar la frase "fumar es dañino para la salud" en los anuncios de cigarrillos y prohibe la publicidad del tabaco asociada a hábitos saludables.
Esos dispositivos se refieren a los spots de radio y televisión y los avisos en la prensa escrita, pero por supuesto no incluyen a las escenas en que protagonistas de telenovelas o películas aparezcan fumando.
"Con frecuencia, en el cine y la televisión se cobra la publicidad encubierta. El público no sabe que cuando se ve un avión en vuelo, la compañía aérea cuyo logotipo aparece generalmente ha pagado a los productores. Pero los cigarrillos no habían entrado en el negocio", comentó el publicista Andrés Esquerre.
Explicó que no lo hacían "porque no es posible que el espectador reconozca la marca del cigarrillo que fuma el galán o la heroína y sería demasiado forzado mostrar la cubierta del paquete. Pero ahora no se trata de publicidad de marca sino de la promoción de un consumo controvertido y nocivo".
El ex ministro Pinillos dice tener documentada la denuncia del galán televisivo que rehusó aparecer fumando, pero aclaró no estar autorizado a revelar su nombre ni el de los productores que trataron de forzarlo aludiendo necesidades de financiamiento.
"El actor fue advertido que si hacía público el incidente las tabacaleras lo vetarían en todos los canales y jamás sería contratado…Ya se conoce la fuerza que tienen los anunciadores", expresó Pinillos.
Añadió que en réplica la Comisión Anti Tabaco y "Cedro", organización no gubernamental que combate la drogadicción, difundieron un spot en televisión en el que una de las protagonistas de la telenovela alertaba a los jóvenes contra el hábito de fumar.
"En los países desarrollados se ha reducido la influencia de las empresas tabacaleras en la publicidad, gracias a las restricciones que se les ha impuesto. Pero esa industria trata de consolidarse en el Tercer Mundo", dice Elmer Escobar, de la Organización Panamericana de la Salud.
"El Comité Olímpico Internacional declaró que en los próximos juegos de Atlanta se hará un llamado a toda la comunidad, especialmente a los jóvenes, par que recuerden que el tabaco mata y es incompatible con los hábitos sanos, como el deporte", destacó.
"La propaganda de cigarrillos trata de contrarrestar los efectos de la campaña mundial contra el tabaco sembrando en los jóvenes la asociación del acto de fumar con el éxito, la popularidad y la elegancia social", expresó Flavia Rudovic, consultora de Cedro.
"Las tabacaleras venden veneno disfrazándolo con chicas y varones lindos, siembran la idea de que fumar nos hace irresistibles. Una vez conseguimos que las autoridades sancionaran a una marca de cigarrillos pues en su aviso aparecían jovenes deportistas", señaló.
En la acera opuesta a estas inquietudes contra el tabaco el comentarista de televisión Federico Salazar sostiene que "es una tontería combatir el consumo de tabaco y un atentado contra la libertad de prensa restringir su publicidad".
"Fumar no es bueno ni malo, pues lo que hace daño es el mal uso, y el abuso depende de cada uno", añadió.
Según Salazar, "los antitabaquistas se comportan como nazis, pues han llevado el tema a las escuelas, para inculcar a los niños a ser intolerantes, a presionar a sus padres para que abandonen un hábito personal".
El comentarista se complace en señalar que pese, a la campaña con apoyo oficial, el tabaquismo no ha disminuido en Perú.
"Según una encuesta de Cedro, el consumo de tabaco ha aumentado: de 57,2 por ciento en 1988 a 62,1 por ciento actualmente. Eso no refleja la perdición de la sociedad peruana sino la afirmación de una opción de consumo", concluyó Salazar. (FIN/IPS/al/dg/ip-he/96)