La Unión Europea (UE) deberá modificar radicalmente su política de ayuda a países pobres ante nuevas evidencias de la disminución del apoyo público a la asistencia al desarrollo, de acuerdo con expertos y funcionarios de la unión.
Los planes para revitalizar el sector incluyen una propuesta del gobierno portugués para celebrar una primera cumbre euroafricana en 1997, que concentraría la atención mundial en el compromiso europeo hacia Africa.
Mientras, el comisario de Desarrollo Joao de Deus Pinheiro realiza esfuerzos por involucrar organizaciones no gubernamentales, académicos y sindicatos en el debate sobre el futuro de la política de desarrollo de la UE.
El objetivo de la cumbre propuesta consiste en volver a despertar el interés público en la ayuda al desarrollo por medio de un gran debate sobre el futuro de la Convención de Lomé, un acuerdo de ayuda y comercio de la UE con 70 países de Africa, el Caribe y el Pacífico, que expirará en el año 2000.
"Tratamos de trasladar la cuestión del desarrollo de un círculo cerrado de expertos hacia un contexto público más amplio", explicó un asesor del comisario Pinheiro.
Pinheiro inaugurará este año el primer debate público de la UE sobre el futuro de su política de desarrollo con la publicación de un "documento verde" acerca de las relaciones con los países de Africa, el Caribe y el Pacífico.
Otros planes para revitalizar el sector incluyen un incremento de las actividades de la UE en la construcción de la paz y la prevención de conflictos, especialmente en Africa.
"Hemos iniciado un proceso de consulta ampliada destinado a una revisión global de nuestra política de desarrollo más allá del año 2000", dijo Pinheiro. "Deseo un debate lo más amplio posible, porque debemos revitalizar nuestra política de desarrollo y el interés público en ella", manifestó.
Expertos en desarrollo de la UE se sorprendieron ante nuevas encuestas europeas que demuestran una inesperada reducción del apoyo público hacia la asistencia a países pobres.
La ayuda a naciones pobres de Asia, Africa y América del Sur se encuentra en octavo lugar en una lista de 10 prioridades, mientras las dos principales preocupaciones públicas son "la lucha contra el desempleo" y "la protección de la naturaleza", según la encuesta.
En 1991, 81 por ciento de los encuestados consideraba importante la asistencia al desarrollo, pero este apoyo se redujo en cuatro puntos porcentuales el año pasado.
"La encuesta demuestra que la gente se está encerrando en sí misma y que la ayuda al desarrollo ya no está de moda. Esto es lamentable y peligroso", comentó Pinheiro. (FIN/IPS/tra-en/si/fn/ml/dv/96)