La prensa británica fue acusada de promover una xenofobia sin precedentes al conocerse la real dimensión de los disturbios motivados por la victoria de Alemania sobre Inglaterra en la semifinal de la Eurocopa 96 de fútbol, este miércoles.
Pero el patrioterismo de la prensa no es algo nuevo. La atmósfera xenofóbica que alcanzó su clímax esta semana está estrechamente vinculada con un sentimiento antieuropeo alimentado por los propios políticos británicos, especialmente por los líderes del ala derecha del Partido Conservador.
En toda Gran Bretaña se produjeron disturbios el miércoles por la noche, informó la policía, minutos después del partido en que Inglaterra fue derrotada 6-5 en definición por penales.
Los hechos más graves ocurrieron en Trafalgar Square, en el centro de Londres, donde unos 2.000 jóvenes ebrios arrojaron botellas a la policía y los transeúntes, además de incendiar automóviles y romper vidrieras, en claro desafío a los numerosos policías antidisturbios.
Sólo en el centro de Londres fueron detenidas unas 200 personas, mientras 66 resultaron heridas y 40 vehículos fueron dañados. Actos de violencia similares fueron reportados en otras partes del país.
En Brighton, un estudiante ruso de 17 años fue apuñalado cinco veces en el cuello y el pecho por "hooligans" (vándalos) que lo creyeron alemán. "Les preguntaron (al estudiante ruso y su acompañante) si eran alemanes, pero no creyeron en su respuesta", explicó un portavoz de la policía de Sussex.
Los vidrios de una automotora de Bradford, propiedad de un alemán, fueron destrozados, y en Bedford unos 300 fanáticos corrieron alocados por la ciudad, saqueando tiendas. En toda Inglaterra se produjeron choques entre la policía y jóvenes alcoholizados.
Los sucesos provocaron numerosas acusaciones y críticas contra la xenofobia promovida por los tabloides británicos en los últimos quince días.
"Espero que los hechos de anoche sirvan para hacer reflexionar a algunos periodistas sobre su actitud irresponsable anteriormente al partido del miércoles", manifestó este jueves Jack Straw, portavoz del opositor Partido Laborista.
El mensaje anti-alemán de la prensa fue indudablemente alimentado por un "euroescepticismo" de la derecha británica, además del resentimiento generado por la oposición de Alemania a la exportación de la carne bovina británica.
Uno de los periódicos acusados es The Daily Mirror, que el lunes publicó en primera página una fotografía de dos futbolistas ingleses con los cascos que se usaban en la segunda guerra mundial, sobre la siguiente leyenda: "¡Achtung! (Atención) Ríndanse. Para ustedes, Fritz, la Eurocopa 96 se acabó".
Mientras, The Sun, el diario de mayor circulación en Gran Bretaña, también conocido por su xenofobia, decía en su titular: "¡Bombardeemos a Fritz!".
Un tercer tabloide, The Daily Star, publicó en primera página una fotografía del entrenador inglés Terry Venables posando como el mariscal Herbert Kitchener, que movilizó al ejército británico en la primera guerra mundial.
Como resultado, el Comité Nacional del Patrimonio solicitó a la Comisión de Quejas de la Prensa Británica una investigación urgente de la conducta de los periódicos.
El Comité expresó "disgusto por el periodismo xenofóbico, chovinista y jingoísta perpetrado por algunos diarios, que muy probablemente estimularon los deplorables actos de violencia que ocurrieron tras la victoria alemana en la semifinal". (FIN/IPS/tra-en/dds/HvdB/ml/cr/96