Los líderes de los siete países más industrializados del mundo (G-7) subrayaron hoy en esta ciudad los beneficios de la globalización, e hicieron un llamado a reformar la Organización de las Naciones Unidas y sus agencias.
Durante su 22 cumbre, celebrada entre este jueves y sábado, el G-7 destacó que el crecimiento y progreso económico están vinculados al proceso de globalización. "Estamos convencidos de que el proceso de globalización es una fuente de esperanzas para el futuro", se indicó en un comunicado.
La globalización ha brindado grandes oportunidades para todos los países, ricos y pobres. La expansión sin precedentes de la inversión y el comercio, y la apertura de los países en desarrollo al comercio internacional condujo a la considerable expansión de la riqueza y la prosperidad en el mundo, añadió la declaración.
Aunque el G-7 reconoció que la globalización planteó desafíos a las sociedades y economías, sostuvo que sus beneficios no podrán materializarse si los países no se ajustan a la creciente competencia mundial.
El grupo urgió también a que la ONU "clarifique su papel y ventajas comparativas", y afirmó que el secretariado del organismo mundial necesita un marco operativo eficiente más coherente y coordinado a todo nivel.
Algunos miembros de la ONU, incluyendo Estados Unidos, han criticado la organización y amenazado con retirarse si no se realizan profundas reformas.
Estados Unidos también se opuso a la postulación a un segundo término del secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, cuyo mandato expira en diciembre.
El G-7 hizo un llamado a "una mayor cooperación entre las agencias de la ONU, las instituciones financieras internacionales y la Organización Mundial del Comercio (OMC)" con sede en Ginebra, Suiza.
El grupo ofreció algunas directivas para la reforma, proponiendo que los tres departamentos del secretariado responsables del desarrollo se fusionen bajo la autoridad de una subsecretaría general.
La subsecretaría general operaría como secretaría ejecutiva del Consejo Económico y Social (ECOSOC), con el fin de expandir su papel coordinador y de formulación de políticas.
Después de su designación, el subsecretario general realizaría una revisión de los fondos y programas para el desarrollo de la ONU, en consulta con los directores de las agencias importantes.
En el caso que sea posible realizar correcciones, los fondos y programas deberán fusionarse en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual resultaría fortalecido.
El subsecretario general también debería impulsar la racionalización del análisis económico de la ONU, en consulta con otras organizaciones involucradas en las mismas tareas, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Deasarrollo Económico, para evitar duplicaciones.
Los ahorros resultantes de la mayor eficiencia deberían reinvertirse en programas de desarrollo, y "el secretario general debería estudiar formas de implementar este objetivo".
El G-7 propuso asimismo la realización de reuniones regulares entre la secretaría general de la ONU, el director ejecutivo del FMI, el presidente del Banco Mundial y el director general de la OMC, y a otros niveles, acciones coordinadas y concertadas. (FIN/IPS/tra-en/ao/fn/lp/ip-dv/96
