Los desiertos podrían aparecer en Cuba si continúa incrementándose el peligro que hoy amenaza sobre todo a tierras del extremo oriental de la isla, reconocieron especialistas locales.
En Cuba existen unas 24 zonas áridas y subhúmedas expuestas a la degradación, sin que haya una conciencia generalizada del fenómeno en el país, según el semanario Juventud Rebelde, órgano oficial de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Según el Programa Nacional de Medio Ambiente y Desarrollo, los ecosistemas cubanos propensos a la desertificación están ubicados principalmente en la costa sur del oriente de la isla, a unos 900 kilómetros de La Habana.
La degradación de estas tierras es el resultado de las bajas precipitaciones -entre 300 y 1.000 milímetros anuales-, el pastoreo extensivo, el sobrecultivo, el drenaje inadecuado y la deforestación.
El incremento de la tala indiscriminada de árboles debido a la crisis energética de los últimos cinco años, por ejemplo, compromete el futuro de los bosques en Cuba y aumenta los riesgos de desertificación, señalaron expertos locales.
Un informe del Programa de Desarrollo de las Fuentes Nacionales de Energía indicó que la "la población utiliza indiscriminadamente la madera ante la falta de combustible doméstico, deteriorando la riqueza boscosa, ya deficitaria".
En la actualidad sólo se repone 25 por ciento de los bosques energéticos en explotación y la tala programada supera a la siembra como consecuencia de la necesidad de leña para cocinar y de madera para la construcción.
Datos de la Dirección Nacional de Suelos y Fertilizantes revelaron que en 11 de las 14 provincias del país existen zonas de ambiente seco y subhúmedo, que suman cerca de un millón de hectáreas.
El Ministerio de Agricultura asegura que de las 6.770.345 hectáreas de superficie agrícola, 64 por ciento está afectado por bajos contenidos de materia orgánica y 41 por ciento por escasa fertilidad, 37 por ciento por el mal drenaje, 29 por ciento por erosión fuerte y 14 por ciento por salinidad.
María Urquiza, coordinadora del Grupo Nacional de Lucha contra la Desertificación, anunció que ya se trabaja en la elaboración del programa cubano para enfrentar esa creciente amenaza.
Pero Andrés Puentes, de la Dirección Nacional de Suelos y Fertilizantes, advirtió que la insistencia de las autoridades científicas para conservar los suelos no es suficiente y apuntó que entre 1991 y 1995, sólo se benefició el 1,63 por ciento de las de áreas que corren peligro de desertificación.
Según Puentes, ya existe un proyecto que resuelve el 80 por ciento de los problemas del suelo cubano con medidas poco costosas, que incluye también la calidad en la reforestación y la participación protagónica de los pobladores de esas zonas.
Fuentes del Ministerio de Ciencia y Tecnología y Medio Ambiente revelaron que en Guantánamo, 971 kilómetros al sudoeste de La Habana, se aplica una técnica para el uso y manejo de los suelos salinos.
"Este es un sistema muy frágil en el que no se pueden violar las normas", dijo Caridad Piedra, directora de la Estación de Suelos del Ministerio de Agricultura.
"Queremos demostrar lo contraproducente de hacer estanques de peces en cualquier parte sin drenaje e impermeabilización porque surgen empantanamientos y filtraciones al manto que aportan una carga de salinidad", añadió.
Casi 47 por ciento de los suelos de esta provincia están afectados por la salinidad y el resto corre peligro, según la Estación de Suelos del Ministerio de Agricultura.
"Toda la franja sur de esa provincia está cubierta por el semidesierto cubano, donde los cerros muestran su escarpe y los cactus se enseñorean del paisaje", comentó Juventud Rebelde.
Los especialistas locales alertan sobre los riesgos que implica para una economía en crisis como la cubana no combatir a tiempo la desertificación y "si no se actúa con rapidez las soluciones serán mucho más costosas", advirtió la coordinadora del grupo cubano de lucha contra la desertificación. (FIN/IPS/rn/ag/en/96)