Las relaciones económicas entre España y Cuba podrían consolidarse como nunca antes, pese a las amenazas iniciales del gobierno de José María Aznar, manifestaron en esta capital empresarios del país europeo.
Unos cincuenta empresarios españoles que participan en La Habana en la sexta Sesión Plenaria del Comité Bilateral de Cooperación Económica España-Cuba, no muestran interés alguno por abandonar el comercio con el país caribeño.
En 1995, el intercambio comercial entre ambos países creció 45 por ciento respecto al año anterior, para alcanzar la cifra de 400 millones de dólares, indicó el ministro cubano de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas.
España es el primer socio comercial de Cuba, donde están acreditadas 111 firmas de ese país y funcionan 80 asociaciones económicas conjuntas, según el ministro.
"Para 1996 las cifras de intercambio continuarán creciendo, quizás no en un 40 por ciento porque es difícil repetir un ascenso tan abrupto, pero se mantendrá ese buen ritmo en las relaciones comerciales cubano-españolas", dijo Juan Arenas, presidente por España del Comité Bilateral.
Especialistas locales aseguran que los empresarios españoles se muestran decididos a mantener su presencia en Cuba a pesar de los vaivenes en la proyección de la política exterior del gobierno de Aznar.
El jefe del gobierno español anunció recientemente en una rueda de prensa en la que se encontraba junto al vicepresidente de Estados Unidos, Albert Gore, que su país interrumpiría la cooperación con Cuba, lo que provocó una fuerte reacción de La Habana.
El canciller Roberto Robaina, lamentó que Madrid trazara una política hacia Cuba sin tomar en cuenta los intereses históricos y comerciales de ambos países.
"Confiamos en que el gobierno español no padezca ese mal, y si lo padece de inicio, lo rectifique a tiempo", afirmó Robaina.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, dijo que su gobierno suspendería todo crédito blando a Cuba y limitaría la cooperación a la ayuda humanitaria, hasta tanto las reformas políticas y económicas del gobierno del presidente Fidel Castro no fueran más radicales.
"Hemos dicho que cualquier acuerdo con la Unión Europea (UE) no puede pasar por un proceso de cuestionamiento, ni de carácter económico, ni político, ni de ningún tipo", dijo la vicecanciller Isabel Allende al diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista.
España es el miembro de la UE que tiene mayores vínculos comerciales con la isla y fue el primer país de Europa occidental en romper el bloqueo estadounidense, en noviembre de 1963, al firmar un acuerdo bilateral con el régimen encabezado por Castro.
Un informe del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) asegura que entre 1980 y 1992, la UE y sus países miembros aportaron un promedio de 10 millones de dólares anuales a Cuba.
La ayuda de España a Cuba en créditos blandos es mínima y tienen mayor relevancia otros proyectos que no son considerados ayuda humanitaria. El Fondo de Ayuda al Desarrollo sólo mantiene un crédito por un millón de dólares destinado a una panificadora, aprobado durante el gobierno del socialista Felipe González.
El gobierno de España favorece con 160 millones de dólares anuales a los empresarios de ese país que exportan hacia Cuba. Expertos consideran que de suspenderse esas facilidades se verán afectados sobre todo los españoles que efectúan esas operaciones.
A los límites planteados por el gobierno de Aznar a la cooperación parece unirse la presión de la ley Helms-Burton que endurece el bloqueo estadounidense y pretende limitar el comercio de terceros países con Cuba.
Sin embargo, para muchas firmas españolas esas presiones son un estímulo para reforzar sus negocios en la isla.
Gabriel Canaves, director para Cuba de Sol Melia, aseguró que continuarán las negociaciones en el país caribeño, donde es la cadena pionera de las inversiones extranjeras, y anunció que en noviembre comenzará a navegar por el sur de la isla el crucero Don Juan, con viajes semanales de 400 pasajeros.
La empresa turística española ya opera seis hoteles en Cuba e inaugurará 90 cabañas en el Melia Las Américas, que se contruye en la playa de Varadero, 140 kilómetros al este de La Habana.
Sol Melia, que aparece en la lista negra estadounidense, posee dos hoteles en Estados Unidos y aseguró estar dispuesta a abandonarlos si las presiones aumentan.
Por su parte, la compañía de aviación española Iberia aumentó sus vuelos a Cuba a seis semanales, desde el día 4, informó el gerente en La Habana, Tomás Muñoz, quien aseguró que es la línea aérea que más pasajeros transportará al país caribeño.
Una treintena de empresas españolas de la Comunidad Valenciana que confirmaron su próxima visita a Cuba para ofrecer una amplia gama de productos, mostraron interés en suscribir acuerdos de coinversión y otras posibles alianzas estratégicas de beneficio común. (FIN/IPS/rn/ag/ip-if/96)