La decisión de los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) de rechazar la ley estadounidense Helms-Burton fue aplaudida en Cuba, pero no logró modificar la posición oficial hacia el foro regional.
Entre elogios al decoro, la dignidad y la valentía de los reunidos en Panamá la pasada semana, aparecen los viejos reproches a la organización que expulsara a Cuba en 1962 por considerar su régimen marxista leninista "incompatible" con el sistema interamericano.
El periódico Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista, dijo que las diferencias que tuvo la isla con la OEA y las que tiene ahora no impiden reconocer que en la reunión de cancilleres "privó un comportamiento decoroso y valiente".
Según Granma, la decisión de la XXVI Asamblea General de la OEA de impugnar la ley Helms-Burton conformó "uno de los reveses más sonados que han sufrido las autoridades de los Estados Unidos en el actual siglo XX".
La resolución, aprobada por 32 de los 34 países miembros, propone al Comité Jurídico Iberoamericano que "de manera prioritaria, examine, concluya y presente su opinión sobre la validez, conforme al derecho internacional, de la legislación Helms-Burton".
Aprobada el 12 de marzo por el presidente estadounidense Bill Clinton, la ley endurece el bloqueo económico y financiero a la isla mediante la aplicación de sanciones a terceros países que tengan negocios con Cuba.
La nueva norma, propuesta e impulsada desde tiempo atrás por los sectores más conservadores del espectro político de Estados Unidos, fue sancionada después del derribo, el 24 de febrero, por aviones militares cubanos, de dos avionetas civiles de la organización de cubanos en el exilio "Hermanos al Rescate".
La ley prevé el corte de la asistencia de Estados Unidos a países u organizaciones que comercien o colaboren con la isla.
De acuerdo con la Helms-Burton, los empresarios extranjeros que negocien con el gobierno de Fidel Castro podrán perder el derecho a entrar en Estados Unidos mientros que los que inviertan en propiedades expropiadas a estadonidenses podrán ser demandados en cortes de ese país.
La decisión de la OEA, que se suma al rechazo de la Unión Europea, del Grupo de Río, del Parlamento Latinoamericano, del Sistema Económico Latinaomericano y de la Asociación de Estados del Caribe, fue catalogada como "sorpresiva" por el vocero de la cancillería cubana, Miguel Alfonso.
Según la resolución de la OEA los estados miembros deben "abstenerse de ejercer políticas, acciones o medidas que tengan serios eales ven tras la decisión de los miembros de la OEA el convencimiento de no pocos países del área de que será el acercamiento y no el aislamiento lo que hará cambiar al gobierno de Castro.
"Cuba es especialmente alérgica a los condicionamientos", dijo Alfonso, y subrayó que su país "está consciente de cuáles son los cambios que ha habido" en el organismo regional. (FIN/IPS/da/jc/ip/96)
= 06141335 DAP008