El presidente del Congreso de Costa Rica, Walter Coto, descartó hoy su renuncia al cargo tras un cisma en el oficialista Partido Liberación Nacional.
La división se originó por la designación del contralor general de la república, en la noche del jueves.
Los diputados socialdemócratas pedirán oficialmente de Coto el lunes, indignados porque el presidente del Congreso -en un hecho sin precedentes- se unió a la oposición parlamentaria para elegir como contralor a un candidato diferente al que había acordado votar su partido, Francisco Pacheco.
Pero a la hora de la votación, Coto y otro diputado del partido gobernante votaron a favor del candidato que había aceptado la oposición y que finalmente resultó electo con 29 votos, incluidos dos de partidos minoritarios.
El cargo recayó en Luis Fernando Vargas, un asesor del presidente José María Figueres que estaba incluido en la lista de elegibles sólo como opción.
Coto defendió este viernes su decisión al señalar que es un hombre de actitudes transparentes y que respeta los acuerdos, aludiendo aa un pacto definido el miércoles con el opositor Partido Unidad Social Cristiana para apoyar la designación de Vargas.
Coto acusó a Figueres de haber violentado ese acuerdo el mismo día al ofrecer el cargo a Pacheco.
Sin embargo, la mayor parte de sus compañeros de partido acusaron a Coto de "traidor". Si bien reconocieron que el parlamentario podía votar libremente, critican que hasta dos horas antes de la elección había afirmado que votaría por su compañero Pacheco y luego faltó a su palabra.
El incidente puede tener consecuencias en el funcionamiento de la Asamblea Legislativa, en virtud de que el presidente no contará con el respaldo de sus colegas de partido para su gestión.
Legisladores socialcristianos, así como de dos partidos minoritarios, aseguraron que el resultado de la elección muestra que la Asamblea recuperó su independencia. (FIN/IPS/mso/dg/ip/96).
