Un consorcio mexicano se adjudicó la licitación para rehabilitar y explotar una autopista de 41,3 kilómetros, primera obra que se realizará en Costa Rica bajo la modalidad de concesión.
El consorcio Trimesan, formado por la empresa mexicana Triturados Basálticos y Derivados (Tribasa) y las costarricenses Meco y Santa Fe, obtuvo una concesión por 12 años para explotar la autopista.
Pero antes deberá invertir 3.000 millones de colones, equivalentes a cerca de 15 millones de dólares, en los trabajos de rehabilitación de la autopista.
Eugenia López, encargada de prensa del Ministerio de Obras Públicas, informó este miércoles a IPS que la concesión fue aprobada la noche del martes por un organismo de esa dependencia. Constituye la primera de cinco obras de infraestructura que se sacan a licitación con base en una ley aprobada hace dos años.
Antes de esa fecha los proyectos de infraestructura vial y aeroportuaria estaban a cargo del ministerio del ramo, pero el Estado tiene ahora escasa capacidad de inversión en ese sector, por lo cual se creó el marco legal para que empresas privadas nacionales o internacionales inviertan en ese tipo de proyectos.
El día 30 se abrirá el período de recepción de ofertas para el mantenimiento y explotación de ferrocarriles por un lapso de 25 años y una inversión de 20 millones de dólares.
El 7 de julio se empezarán a recibir ofertas para la reparación y operación del muelle de Golfito, en el sur del país, cuyo costo estimado es de dos millones de dólares y la concesión será de 14 años.
Otro proyecto consiste en la ampliación de un tercer carril para la autopista que parte de la capital hasta el aeropuerto internacional. Se trata de una ruta de 20 kilómetros para la cual la recepción de ofertas se iniciará en septiembre. La inversión estimada es de 25 millones de dólares.
Finalmente, el 26 de julio comenzará la recepción de ofertas para la construcción y operación de un puente en la zona norte del país que requiere una inversión de 17 millones de dólares. El concesionario podrá explotarlo por un período de 25 años.
Las firmas que inviertan en esos proyectos podrán recuperar la inversión y obtener ganancias durante los períodos establecidos a través del cobro de peajes.
Aunque ello suponga que el monto pagado por transitar por las vías se duplicará, al menos la población podrá contar con infraestructura en buen estado.
Uno de los problemas más serios que enfrenta el país es el mal estado de carreteras debido a que la vida útil de la mayoría de ellas está agotada, pero el Estado no tiene recursos para reconstruirlas. (FIN/IPS/mso/dg/if/96).