La idea de la polémica "cláusula social", que propone condicionar en todo el mundo los negocios a la observancia de los derechos laborales, ganó fuerza hoy con el apoyo de Francia y Estados Unidos.
El presidente francés, Jacques Chirac, y el secretario de Trabajo estadounidense, Robert Reich, respaldaron la inclusión del tema de la cláusula social en el programa de la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se hará en Singapur, en diciembre.
Chirac y Reich hablaron este martes ante la Conferencia Internacional del Trabajo, que sesiona en Ginebra desde el 4 hasta el 21 de este mes.
La propuesta de la cláusula social surgió en forma oficiosa durante la Conferencia de Marrakech, que en 1994 transformó al Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) en la actual OMC.
Con la liberalización del comercio, profundizada por los Acuerdos de Marrakech, algunos sectores alentaron que la desregulación se extendiera al campo laboral para eliminar costos originados en beneficios sociales.
El recurso, conocido como "flexibilización laboral", fue aplicado por gobiernos de países en desarrollo como un elemento de competencia para atraer inversiones.
La cláusula social había sido impugnada por los empleadores que, junto a representantes de gobiernos y de sindicatos, integran el sistema tripartito de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).
El estadounidense Abraham Katz, presidente de la Organización Internacional de Empleadores (OIE), rechazó la semana pasada la propuesta de vincular los derechos laborales con el comercio.
Katz, que pertenece a la asociación empresarial Consejo de Estados Unidos para Negociaciones Internacionales, se opuso al involucramiento de la OMC en cuestiones laborales, en desmedro de la tradicional OIT.
La idea tampoco tuvo acogida favorable en los países en desarrollo. Organizaciones no gubernamentales y fuentes oficiales objetaron en capitales del Tercer Mundo que bajo el disfraz de un pretendido humanitarismo se procuraba arrebatarles las ventajas comparativas, en especial las salariales.
En cambio, en su discurso Reich sostuvo que para respaldar la expansión continua de la economía mundial hay que esforzarse en "la aplicación de las normas laborales básicas de la OIT".
Reich mencionó la implantación en todos los países de los derechos de libre sindicalización, de negociación colectiva, de no discriminación en el empleo y de prevención de la explotación de niños y de esclavitud.
El funcionario estadounidense presentó la iniciativa como un arma de defensa de los derechos sociales de los trabajadores de los países, principalmente en desarrollo, que ignoran la legislación laboral.
Otra visión favorable a la cláusula social le atribuye una finalidad de competencia comercial, porque la aplicación de las normas laborales elevará los costos de producción en países que se encuentran en plena expansión exportadora.
Pero Reich pidió que se distinguiera entre principios laborales básicos y lo que llamó "principios de desarrollo", que incluyen niveles salariales y condiciones de trabajo específicas.
El funcionario estadounidense rechaza el uso de los principios laborales básicos como un instrumento proteccionista o como un método para contrarrestar ventajas comparativas basadas en remuneraciones escuálidas.
"Esa es una práctica equivocada que se derrotará a sí misma. Nosotros la descartamos y no podríamos aceptarla", aseguró.
La iniciativa de incluir la dimensión social de la liberalización del comercio internacional en el temario de Singapur será analizada en la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) países de mayor desarrollo industrial que se realizará en la ciudad francesa de Lyon, a fines de este mes.
Chirac, presidente de turno del G-7, examinó el tema este martes en Ginebra con el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Boutros Boutros-Ghali, quien ha sido invitado a la cumbre de Lyon.
Un informe de prensa dijo que Chirac y Boutros-Ghali habían discutido sobre la reforma de las instituciones económicas de la ONU, que serán temas, junto a la ayuda al desarrollo, abordará el G-7. (FIN/IPS/pc/ag/if-lb/96)
