El absolución de la Cámara de Diputados de Colombia del presidente Ernesto Samper puso fin al debate por la denunciada infiltración de dinero del narcotráfico en su campaña electoral, pero acentúa otro aspecto de la crisis aún no resuelto: el de la gobernabilidad.
Tras la previsible decisión que con 111 votos a favor y 43 en contra puso fin al proceso, los numerosos colombianos que consideran que Samper estaba en conocimiento de los aportes del Cartel de Cali se preguntan qué va a pasar de ahora en adelante.
"Ojalá ahora sí lo dejen gobernar (a Samper)", comentó un conductor de taxi que piensa que desde hace más de dos décadas el narcotráfico ha ejercido su poder corruptor en el país sin que "hasta ahora hayan llevado a la cárcel a ningún presidente".
Según el analista Hernando Gómez, a los sectores populares poco les interesa el problema del narcotráfico porque su urgencia es el sustento diario de su familia.
Sin embargo, la situación a que debe enfrentarse Samper es mucho más compleja y depende sobre todo de la actitud que asuman Estados Unidos, el empresariado y, en menor medida, la guerrilla.
"Aunque parezca sorprendente con el fallo de la Cámara de Diputados la crisis despega con todo su vigor", dijo Fernando Cepeda, ex ministro del Interior y de Comunicaciones.
En su opinión, el mandatario consiguió "en forma definitiva una salida personal digna" y ahora debe buscar "también una salida digna para la nación", que sería su renuncia pues aferrarse al poder implicaría "desperdiciar la mejor oportunidad que se le ha presentado"..
Sin embargo, los contactos realizados este mes por el mandatario indicarían que está considerando un abanico de posibilidades antes de la renuncia.
Samper ha buscado un acercamiento dentro de su propio Partido Liberal con los sectores del vicepresidente Humberto de la Calle y del ex ministro de Comercio Exterior Juan Santos, para un la constitución de un gobierno de unidad liberal, pero ambos descartaron en principio la propuesta.
En tanto, el sector del opositor Partido Conservador que orienta el senador Fabio Valencia desechó la propuesta de integrar un gobierno de unidad nacional.
En estas circunstancias, la analista María Rueda afirmó en la influyente revista Semana que a lo único que puede aspirar Samper en este momento es a conformar un gobierno de "división liberal" y "lentejos conservadores", como se denomina a los disidentes de ese partido que forman parte del gobierno..
Otra propuesta de Samper, la convocaria de una consulta popular, no contaría con el apoyo de la dirección del partido de gobierno ni de los empresarios, aunque es respaldada por la mayoría de los parlamentarios liberales y, de realizarse, podría dar un nuevo aire al mandatario.
Para Alejo Vargas, vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, la principal de Colombia, la solución de este tema debe darse no por estos acuerdos cupulares, sino mediante "la combinación de la representación de grupos de poder con los grupos de masas", sin excluir a ningún actor importante.
Pero para una parte del empresariado y la guerrilla, cualquier solución a la crisis debe pasar por la salida de Samper de la Presidencia.
Alejandro Reyes, del Intituto de Estudios Políticos de la Universidad Nacional, también defiende esta solución.
Tras el fallo de la Cámara de Diputados Colombia deberá "pagar el altísimo precio" de presenciar cómo Samper "destruye la economía, hunde al Estado en el pantano del déficit fiscal, nos desprestigia en el exterior" y ampara la simbiosis de las mafias y la clase dirigente, comentó Reyes. (FIN/IPS/yf/ag/ip/96)