Las relaciones entre Beijing y Washington están tomando otro giro hacia lo peor, porque China plantea un nuevo problema, los cargamentos de basura estadounidense potencialmente tóxica a este país.
Los observadores dijeron que este ha sido un año tenso para las relaciones chino-estadounidenses y porque ambos se enfrentaron sobre Taiwán, proliferación nuclear, derechos humanos y difíciles cuestiones comerciales.
Ahora, desde que la disputa entre los dos países sobre piratería de derechos de autor salió a flote el mes pasado, Beijing ha estado montando una ruidosa campaña nacionalista sobre la proliferación en el país de basura de Estados Unidos que, según Beijing, contendría residuos tóxicos y ha sido importada en buena fé para reciclarla.
El tema de la basura surgió cuando Washinton amenazó con imponer sanciones por 2.000 millones de dólares a las exportaciones chinas a Estados Unidos, a raíz del fracaso de Beijing para frenar la piratería sobre derechos de autor en programas de computación.
Pocos días antes del anuncio de Washington, una partida de papel de rezago estadounidense fué descubierta en el distrito de Pinggu, en las afueras de Beijing. Las 640 toneladas de residuos fueron enviadas a un molino de pulpa papel en Beijing, que las importó el año pasado y luego las descartó.
Poco despues, otras 540 toneladas de residuos, también importadas desde Estados Unidos, fueron descubiertas en el puerto de Qingdao, provincia de Shandong.
De la misma manera, 20 contenedores de residuos sólidos a riesgo, procedentes de Estados Unidos y Canadá, incluyendo baterías usadas y computadoras, fueron detectadas por funcionarios aduaneros chinos en Shanghai, mientras el municipio de la ciudad de Anqing, provincia de Anhui, informó de 20 toneladas de papel de rezago.
El Ministerio de Comercio Exterior y Cooperación Económica pidió una severa vigilancia sobre el floreciente negocio chino de importar residuos. China compra basura foránea para fabricar papel.
La embajada estadounidense dijo que ha estado en contacto con el gobierno chino sobre el problema pero está esperando el resultado de una investigación de las autoridades locales.
Los diarios chinos, entretanto, pasaron a la ofensiva con denuncias diarias sobre la basura de Estados Unidos.
«Es un acto inmoral de Estados Unidos fletar semejantes residuos a China», comentó la agencia oficial Nueva China.
«Como miembro de la comunidad internacional, Estados Unidos debería respetar las prácticas reconocidas y tener principios sociomorales poniendo fín a la exportación de esos residuos», dijo el «Guangming Daily».
El «Diario del Pueblo», órgano oficial del Partido Comunista, denunció que los embarques de basura eran «un acto malévolo en perjuicio de la moral internacional y la justicia».
Si bien la exportación de residuos riesgosos está regulada, muchas veces son fletados cargamentos al parecer inocuos pero contaminados con materialess prohibidos bajo la forma de papel de rezago para evitar controles más estrictos.
Muchos diplomáticos dijeron que la campaña antibasura refleja un creciente sentimiento antinorteamericano en China. La cobertura que dieron los medios locales al tema de los residuos es tambien una respuesta a las acusaciones de Washington que Beijing ampara el contrabando de armas a Estados Unidos.
«Está en evolución un sentimiento antinorteamericano que no existía hace seis meses», señaló otra fuente diplomática. Agregó que la oposición estadounidense en 1993 a la candidatura china de albergar los Juegos Olímpicos del 2000, y su respaldo a Taiwán, irritaron a Beijing, cuyo rencor todavía persiste.
Si bien el gobierno local presentó el caso como que Estados Unidos amenaza con su basura tóxica China, los residentes de la aldea de Xiyu, donde se descubrió el primer montón de residuos, dijeron que el problema es más complicado.
La versión oficial es que la fábrica de reciclaje de papel de Beijing fue engañada cuando adquirió los residuos, los cuales incluso contenían botellas viejas, guantes de goma usados y un polvo blanco no identificado, en lugar de papel de rezago procedente de una compañía desconocida de Long Beach, California.
Sin embargo, los aldeanos dijeron que la empresa tiene una larga historia como contaminadora ambiental.
Hace cinco años, el gobierno de Xiyu instaló la fabrica de papel, la Compañía Zhiqiang, que descargó aguas servidas directamente en la aldea. Desde que quebró hace dos años, sus funcionarios comenzaron a importar papel de rezago.
«La montaña de residuos, con el tiempo caluroso, está produciendo un hedor insoportable», se quejó Xing Chunxia, un campesino local. «Las moscas aumentan cada vez más y han invadido nuestras casas. Tenemos miedo por nuestra salud…».
Cuando los campesinos fueron reclutados por la compañía para revolver la basura, contrajeron lesiones cutáneas y suscitaron el temor que el cargamento contuviera residuos biológicos de hospitales.
Hace poco, el grupo ambientalista internacional Greenpeace dijo que China tiene un creciente problema con la importación de residuos tóxicos, incluyendo baterías usadas y computadores descartados.
Estadísticas oficiales demostraron que, entre 1992 y 1995, un total de 99.240 toneladas métricas de basura fueron exportadas desde Estados Unidos a la provincia costera de Shandong, adonde llegaron por primera vez los residuos de Xiyu. El 20 por ciento contenía basura ilegal, en parte, peligrosamente tóxica. (FIN/IPS/tra-en/rc/cpg/ego/en-ip).
