El ministro de Salud de Chile, Carlos Massad, anunció hoy un reforzamiento de los hospitales pediátricos de esta capital, virtualmente colapsados por la gran demanda de atención a afecciones respiratorias provocadas por la contaminación ambiental.
Massad, sin embargo, consideró que la situación no alcanza grados de emergencia y rechazó las afirmaciones del Colegio Médico, que acusó a las autoridades de alterar los índices de medición de la calidad del aire.
Directores de dos hospitales pediátricos de esta capital de casi cinco millones de habitantes dijeron este domingo que la capacidad de sus establecimientos había colapsado ante la demanda de atenciones respiratorias de urgencia.
Los facultativos señalaron que se está atendiendo a niños con afecciones graves en salas comunes, ante el copamiento de las unidades de cuidados intensivos, y que incluso han tenido que habilitar camas en los pasillos para recibir enfermos.
Santiago sufre habitualmente en la temporada invernal un incremento de los índices de contaminación atmosférica, por la baja de las temperaturas, combinada, como ocurre este año, con la ausencia casi absoluta de lluvias.
La acumulación de partículas tóxicas en el ambiente afecta sobre todo a los menores y a las personas de la tercera edad, con enfermedades como bronconeumonias, bronquitis y estados gripales.
El ministro Massad y sus asesores analizaron este lunes la posibilidad de que la multiplicación de dolencias respiratorias de este año y su ampliación a todos los estratos de edad, se deba a una nueva forma de influenza, causada por un virus desconocido en el país.
Massad atribuyó también la alta demanda en los hospitales a la labor de difusión de su ministerio, que estimula a la población a demandar atención médica apenas aparezcan en los niños los síntomas de afecciones pulmonares.
"Nos interesa salvar vidas", recalcó el ministro, afirmando que gracias a la campaña se logró en los dos últimos años una reducción de 40 por ciento de las muertes de recién nacidos por bronconeumonía.
El alcalde del municipio de Santiago-Centro, Jaime Ravinet, estimó a su vez que la contaminación está alcanzando niveles graves y sostuvo que ha habido "falta de voluntad política" para disponer medidas más drásticas ante este fenómeno.
Según Ravinet, estas medidas deben adoptarse en el área del transporte urbano de pasajeros, cuyos autobuses representan una de las mayores fuentes de emisión de partículas tóxicas.
El alcalde agregó que los 34 municipios del Gran Santiago carecen de facultades para tomar medidas en ese ámbito, las cuales corresponden al gobierno central, a través de los ministerios del Transporte y de Salud. (FIN/IPS/ggr/dg/en-he/96)
