El gobierno de Chile resolvió hoy la presentación de una protesta a las autoridades de Argentina, ante la represión que la policía desató en Buenos Aires la noche del miércoles contra hinchas deportivos.
La policía federal argentina actuó contra unos 500 partidarios del equipo de fútbol de Universidad de Chile tras el partido contra el River Plate local por semifinales de la Copa Libertadores de América, dejando a seis hinchas heridos, dos de ellos de gravedad.
Por instrucciones del presidente Eduardo Frei, el embajador en Buenos Aires, Eduardo Rodríguez, presentará al Ministerio del Interior de Argentina la "molestia y preocupación" del gobierno chileno por el "maltrato policial".
El ministro del Interior, Carlos Figueroa, anunció la decisión gubernamental, mientras en los ambientes deportivos locales se seguía lamentando la derrota por 0-1 de la Universidad de Chile, eliminada del torneo continental.
El médico René Orozco, presidente del equipo campeón chileno en los torneos de 1994 y 1995, sostuvo que los policías argentinos procedieron como "psicópatas y enfermos mentales" contra los hinchas.
Orozco, al igual que el periodismo deportivo local, culpó de la derrota de Universidad de Chile al árbitro del encuentro, el ecuatoriano Alfredo Rodas, quien no sancionó una falta penal a favor del equipo chileno.
El árbitro fue "un ladrón" que actuó coludido "con las mafias que dirigen la Confederación Sudamericana de Fútbol", presidida por el paraguayo Nicolás Leoz, dijo el dirigente. (FIN/IPS/ggr/dg/sp/96)
