La elevación de los precios del algodón en el mercado internacional no ha conseguido detener la caída de la producción en Burkina Faso, cuyos ingresos por exportaciones dependen de esta fibra en proporción de 60 por ciento.
La devaluación del franco CFA en 50 por ciento, en enero de 1994, aumentó la competitividad de las exportaciones de este país, incluyendo al algodón.
En octubre de ese año, según el Ministerio de Finanzas de Burkina Faso, el precio de este producto básico saltó de 1.800 a 2.250 dólares la tonelada.
Como resultado de ese alza, las ganancias brutas de SOFITEX (la compañía estatal de fibras y textiles, que es el mayor comprador y procesador de algodón del país) se incrementaron de 76,5 millones de dólares en 1994 a cerca de 170 millones en 1995.
La producción, sin embargo, no ha dejado de descender, entendiéndose que la principal causa de este fenómeno ha sido la decreciente fertilidad del suelo y el uso de insumos erróneos.
Las últimas cosechas registraron 217.000 toneladas en la producción 1990-91, 172.000 toneladas en la campaña 1992-93 y 150.000 toneladas en el período 1993-04.
La tierra arable se ve constantemente amenazada por un régimen de lluvias impronosticable que en algunas regiones, especialmente en el norte, registra un promedio de 500 mm por año, insuficiente para un cultivo tan exigente como el algodón.
Además escasean insumos necesarios tales como semillas, fertilizantes y herramientas de cultivo. Ello ha resultado en la caída de los rendimientos por hectárea, de 1.083 kilogramos en 1990-91 a 937 kilogramos en 1994-95.
En opinión de un funcionario del Ministerio de Agricultura estacionado en la provincia de Gourma, al este del país, elevar el rendimiento de las más 200.000 fincas algodoneras que sostienen a 20 por ciento de la población de 10 millones de habitantes exige disponer de adecuados medios de producción.
"Se debe dar a los campesinos una formación teórica y práctica para que puedan manejar pequeñas técnicas que aún les son ajenas pero que suelen hacer impacto en la producción", afirmó el técnico.
El gobierno de Burkina Faso considera que esta producción orientada a la exportación es clave para la recuperación económica de este país que se encuentra entre los más pobres del mundo, con un ingreso anual por habitante de 226 dólares.
Por lo tanto, el gobierno se propone extender las áreas dedicadas al cultivo del algodón, que actualmente se concentra en las provincias occidentales. (FIN/IPS/tra-en/md/jm/kb/arl/dv-if/96)