BRASIL: En busca del superávit perdido

El gobierno de Brasil se opone a una reducción de aranceles más acelerada que la prevista en las negociaciones de la Ronda Uruguay, que concluyeron con la creación de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

El anuncio lo hizo el jefe del Departamento Económico del Ministerio de Relaciones Exteriores, Jose Granza Lima, en declaraciones publicadas este lunes por la prensa local.

Brasil salió al paso así a versiones de Estados Unidos y Canadá, según las cuales en la primera reunión ministerial de la OMC, en diciembre en Singapur, esos países presionarán para que se revisen los plazos establecidos por la Ronda Uruguay y se acelere el proceso de apertura del comercio internacional.

El rechazo forma parte de una enérgica campaña dirigida por el propio presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, e implementada por el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Francisco Dornelles, para revertir el déficit de la balanza comercial, especialmente con Estados Unidos.

En 1994, esa relacion fue favorable para Brasil en 2.100 millones de dólares, pero un año después el saldo resultó negativo en 1.600 millones.

Al asumir su cargo hace poco menos de un mes, Dornelles aclaró que había sido nombrado como "un ministro de la iniciativa privada" y que, como tal, compartía el carácter irreversible de la apertura económica y comercial, pero exigiría reciprosidad en el respeto a las reglas fijadas por la comunidad internacional.

Hasta mediados de este mes, las autoridades brasileñas detectaron dumping (comercio desleal) en 41 productos, de las más diversas procedencias.

Según los exportadores locales, en los ultimos años Brasil ha avanzado mucho en el proceso de apertura, sin obtener beneficios en la misma proporcion.

"Hicimos una reduccion arancelaria de 34 a 14 por ciento, promedio, eliminamos la reserva de mercado en el área informática y aprovamos una ley de patentes moderna. ?Y qué logramos a cambio?", se preguntó Ademerval García, presidente de la Asociación Brasileña de Exportadores de Cítricos.

El jugo concentrado de naranja, integra la lista de los productos que, según el gobierno brasileño, encuentran diferentes tipos de barreras en el mercado estadounidense, junto con las frutas y legumbres, el azúcar, el pollo congelado, el tabaco, los textiles, la gasolina y los productos siderúrgicos.

Dornelles pidió la semana pasada a su equipo un relevamiento detallado de esas restricciones y declaró que estaba decidido a reabrir negociaciones para cada uno de esos productos.

"Todo el mundo parece conforme con esas limitaciones. Yo no lo estoy y por eso quiero rediscutirlo todo", subrayó.

El principal problema para una negociación exitosa radica en que Brasil tiene una asignatura pendiente en la OMC: un régimen transitorio para la industria automotriz nacional, fuertemente adversado por Estados Unidos, Japón, y Corea, que lo consideran violatorio de las normas pactadas para el comercio internacional. (FIN/IPS/jg/ag/if/96)

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