La agricultura familiar será priorizada por el gobierno de Brasil como forma de aumentar la producción del sector, según un plan anunciado hoy por el presidente Fernando Henrique Cardoso para el período 1996-197.
El mandatario fijó una meta de 100 millones de toneladas de granos para el último año de su gobierno, 1998.
Los pequeños agricultores de base familiar dispondrán de mil millones de reales (igual suma en dólares) en créditos para la siembra que se inicia en este segundo semestre, cuatro veces más que en el año agrícola anterior.
El presidente pidió la colaboración de los bancos y gobiernos locales para que los créditos lleguen efectivamente a manos de los pequeños agricultores. Para ello habrá que modificar los mecanismos bancários, señaló.
Las estructuras brasileñas están hechas "para atender a los grandes, a los que saben leer y escribir, y no a quienes tienen las manos callosas del trabajo pero temen entrar en un banco", dijo Cardoso. Hay recursos, pero la dificultad es destinarlos a los que necesitan y no a los que ya tienen mucho, añadió.
Ello sucede porque en general se exige de los pobres garantías que no pueden presentar, al consistir en propiedades, dijo.
La crisis que afecta al país está orginada en el campo y se solucionará con la reforma agraria y un mayor apoyo a la agricultura familiar, "el problema social más agudo actualmente", destacó.
El plan de producción anual ofrece mayor disponibilidad de crédito, 5.200 millones de dolares este año contra 3.800 millones en 1995, con el objetivo de elevar de 73 a 80 millones de toneladas la próxima cosecha de granos.
La tasa de intereses caerá de 16 a 12 por ciento al año, un éxito del Plan Real de estabilización, que cumplirá dos años este lunes. La agricultura familiar es favorecida en el plan con una reducción de 12 a nueve por ciento.
Además de cuadruplicar y facilitar la financiación de la siembra, el presidente reforzó el Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (Pronaf) anunciando inversiones, infraestructura y asistencia técnica dirigida al sector.
Ello atiende a los reclamos de la Confederación Nacional de los Trabajadores en la Agricultura (Contag), organización sindical de asalariados y pequeños productores rurales, cuyo presidente Francisco Urbano saludó "este triunfo".
El líder sindical fue invitado a sentarse al lado de Cardoso en la ceremonia de anuncio del plan agrícola, lo cual demostró la opción preferencial del gobierno, que no concedió el mismo tratamiento a la Confederación Nacional de la Agricultura, que representa a los grandes productores y propietarios rurales.
Con ese fortalecimiento de los agricultores familiares, Cardoso busca también neutralizar el Movimiento de los Sin Tierra (MST), que ocupa predios improductivos y sedes gubernamentales para presionar al gobierno para acelerar la reforma agraria.
La Contag y el MST se disputan la misma base social, los 4,8 millones de campesinos sin tierra o poseedores de una cantidad insuficiente para una siembra económicamente viable.
El MST desafía abiertamente el gobierno, pese al diálogo iniciado tras la masacre de decenas de sus integrantes desde el año pasado. (FIN/IPS/mo/dg/-ip-if/96
