¿Podrá la birmana Aung San Suu Kyi convertirse en otra Corazón Aquino y galvanizar las protestas prodemocráticas con una revuelta popular que defenestre la actual dictadura militar, como ocurrió en Filipinas en 1986?
Muchos observadores dijeron que la comparación entre el clima político imperante ahora en Birmania y el que existió en Filipinas en los años '80 podría ser prematura.
La cuestión ha surgido en algunos círculos oficiales y extraoficiales en la región debido a los recientes intentos de los activistas prodemocráticos birmanos, que buscan probar el temple de la junta militar gobernante, autodenominada Consejo de Estado para la Restauración de la Ley y el Orden (SLORC).
El mes pasado se agudizaron en Birmania las tensiones políticas luego que la junta detuvo a más de 250 miembros de la Liga Nacional de la Democracia (NLS) de Suu Kyi, por asistir a un congreso del partido en su casa de Rangún.
Suu Kyi dijo en esa oportunidad a unos 10.000 partidarios que se las arreglaron para seguir asistiendo a la reunión, que la junta bloquea la democracia y no cede en su intención de redactar una constitución alternativa para el país.
El paso siguiente tuvo lugar el 7 de junio último, cuando el SLORC prohibió a cualquier grupo desafiar la convencion nacional controlada por el gobierno, que está tratando el nuevo proyecto de constitución. La junta militar advirtió tambien que quedaban prohibidas reuniones políticas de más de cinco personas.
Sin embargo, Suu Kyi ha desafiado la prohibición y miles de activistas siguen llegando a su casa cada fín de semana para realizar reuniones partidarias, si bien de alguna manera la dirigente bajó el tono de su retórica.
Suu Kyi, laureada en 1991 con el Premio Nóbel de la Paz, fué liberada de su arresto domiciliario en julio pasado. La dirigente estuvo entre los candidatos opositores que triunfaron en las elecciones parlamentarias de 1990, cuyo resultado la junta no reconoció.
Hace más de una década, la ex presidenta filipina Corazón Aquino encabezó las protestas contra el extinto dictador Ferdinando Marcos luego que su marido, Beningno Aquino, cayó asesinado en 1983.
"Cory" Aquino triunfó en las elecciones presidenciales de 1986 a pesar del fraude de Marcos, y fué catapultada a la jefatura del Estado por protestas callejeras y un movimiento de "todo el poder al pueblo".
El paralelo en las luchas políticas de ambas mujeres fué hecho con anterioridad incluso por Aquino, quien en varias ocasiones leyó discursos de Suu Kyi en foros internacionales.
Sin embargo, muchos analistas piensan que es demasiado prematuro creer que se está gestando otra revolución democrática en Asia.
"Creo que una revuelta popular todavía está lejos de ocurrir en Birmania debido al rígido control del SLORC", opinó Carolina Hernandez, analista del Instituto de Estudios Estratégicos y de Desarrollo (ISDS) con sede en Manila. "No estoy segura que pueda darse (en Birmania) lo mismo que ocurrió en Filipinas".
Al revés de Filipinas, "Birmania ha estado aislada por mucho tiempo de contactos internacionales y el país se encuentra manejado por militares fuertemente contrarios a los extranjeros", agregó.
Hace muy poco tiempo que Birmania se ha abierto a la inversión foránea para mejorar la economía y ganar legitimidad.
Contrariamente a Suu Kyi, a quien el SLORC considera una extranjera porque vivió la mayor parte de sus 51 años de edad fuera del país, Cory Aquino pasó casi toda su vida en Filipinas y, mientras la sociedad civil filipina se fortaleció en la lucha contra la dictadura, no ha ocurrido otro tanto en Burma debido al puño de hierro de los militares.
Hernandez apuntó que la comparación entre Birmania y Filipinas, "no es del todo exacta".
Sin embargo, hay algunos expertos en opinión que trazan paralelos críticos, como Osamu Yamuda, del Instituto de Estudios Nomura de Japón, quien a principios de año dijo que Suu Yi podía llegar a convertirse en una "aficionada de la política" como la ex presidenta filipina.
Lee Kwan Yew, un alto funcionario oficial de Singapur, cuyo país ha realizado grandes inversiones en Birmania, dijo que sería mejor que Suu Kyi quedara fuera de la arena política como un símbolo porque carece de capacidad para gobernar el país.
"Si yo fuera Suu Kyi me quedaría detrás de una alambrada y sería un símbolo, en lugar de que me encuentren incompetente para liderar el país", declaró Lee en Bangkok.
En respuesta, estudiantes birmanos disidentes en Tailandia escribieron una carta abierta diciendo que los comentarios de Lee fueron deplorables "y un insulto a la voluntad de todo el pueblo de Birmania".
"Criticar a Suu Kyi en realidad es exaltar al SLORC", expresó Hernandez, "especialmente en un momento en que ni siquiera está cerca de tomar el poder".
Un funcionario tailandés, que tambien tiene sustanciales intereses fronterizos y comerciales en Birmania, estuvo de acuerdo con Lee y opinó que Suu Kyi estaba ejerciendo demasiada presión sobre la junta militar.
Thep Devacula, un funcionario del ministerio de Exteriores de Tailandia, expresó que si Suu Kyi asumiera el poder en este momento, ni ella ni el NLD podrían dominar la situación. "Creo que habría muchas cosas que podrían quedar fuera de control…", apuntó. (FIN/IPS/tra-en/js/cpg/ego/ip).
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