Debido a que el gobierno militar birmano continúa reprimiendo a la oposición civil, Estados Unidos dijo que presionará más duramente a sus aliados asiáticos para que abandonen sus políticas "constructivas" hacia el régimen.
Está previsto que la Casa Blanca nombre a una delegación especial para tratar el caso de Birmania en los próximos días. Se anticipó que la delegacion partirá en breve a la región para encontrar a líderes asiáticos.
El vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, dijo el viernes que Washington pretende ahora "trabajar con algunos gobiernos aliados y amigos en Asia para tratar de encontrar la manera de convencer al régimen militar de Birmania de cesar sus tácticas de presión".
Señaló que Japón, el mayor donante de ayuda a Birmania, ha denunciado con un lenguaje inusualmente duro la represión contra grupos opositores. "Quisieramos ver comentarios y acciones semejantes por parte de otros gobiernos de la región", acotó.
"El gobierno birmano parece ser insensible a los sentimientos de su propio pueblo", dijo. "Quizás responda mejor si algunos de sus socios comerciales en el área pueden organizarse… para tratar tratar de ejercer mayor presión…", añadió.
La iniciativa de Washington surgió despues que el Consejo Estatal de Restauración de la Ley y el Orden (SLORC), como se autodenomina el régimen militar, aumentó la represión contra la oposición liderada por Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz.
El SLORC prohibió el viernes todos los actos que puedan perturbar el orden público y advirtió a los infractores que pueden ser pasibles de penas que oscilan entre cinco y 20 años de cárcel.
La prohibición pretende respaldar un anuncio formulado a comienzos de la semana que los encuentros de Suu Kyi con sus partidarios, frente a su casa, no serán tolerados.
Suu Kyi, cuyo partido Liga Nacional para la Democracia (NLD) triunfó en las elecciones parlamentarias de 1990, pasó los últimos cinco años bajo arresto domiciliario y fué liberada hace apenas un año. Los militares nunca reconocieron el resultado del comicio.
La prohibición del viernes fué el epílogo de cientos de detenciones de líderes y activistas del NLD el mes pasado, tras una serie de hechos que motivaron un coro de denuncias por parte de legisladores y la prensa estadounidense.
Cerca de 150 opositores arrestados fueron luego liberados, pero Burns dijo el viernes quer más de 100 todavía siguen prisioneros.
Agregó que Suu Kyi tiene el derecho "bajo la ley internacional y bajo cualquier razonable nivel de decencia, de hablar sobre las condiciones de su propio país".
Funcionarios estadounidenses manifestaron su preocupación que esté en marcha una dura confrontación entre Suu Kyi y el SLORC. "Si los militares reaccionen con más fuerza será muy desalentador", dijo un funcionario, indicando que la administracion no había descartado la aplicación de sanciones adicionales contra el SLORC.
Washington cortó toda ayuda a Birmania en 1988 y, desde entonces, puso fín a todas las preferencias comerciales y garantías de inversión. Además, incluyó a Birmania en la lista de países que no colaboran con los esfuerzos internacionales de control antidroga. Como resultado, la administración se opuso a todo préstamo a Birmania de agencias internacionales de desarrollo y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, activistas humanitarios pretenden que la administracion del presidente Bill Clinton dé otra vuelta de tuerca. Comparando la situación de Birmania con lo ocurrido en Sudáfrica, el senador Mitchell McConnel esta insistiendo en la imponer una prohibicion sobre todas las inversiones estadounidenses.
Con apoyo de demócratas y republicanos, McConnell ha introducido una ley en el Congreso que podría forzar esa prohibición. La administración, hasta ahora, se ha opuesto a la medida arguyendo que una sanción unilateral resultaría ineficaz. Por el contrario, favoreció medidas más modestas que lleven a un apoyo multilaterral.
La campaña contra las inversiones cobró fuerte impulso esta semana cuando la legislatura del estado de Massachusetts votó prohibir al gobierno local de hacer contratos con empresas que negocian con Birmania. Ese tipo de sanciones fueron críticas en el movimiento contra el apartheid en Sudáfrica en los años '80.
Massachusetts se unió ahora a numerosas municipalidades y universidades de Estados Unidos que realizan una campaña antiinversora dirigida especialmente a la productora de bebidas gaseosas PepsiCo y los gigantes petroleros Unocal, Texaco y Arco, que tienen grandes intereses en Birmania.
La campaña antiinversora y los esfuerzos de McConnell tuvieron considerable apoyo de los medios tras las últimas acciones represivas en Rangún. Entre los países de la región, solo Tailandia deploró públicamente la reciente actitud del SLORC. (FIN/IPS/tra-en/jl/pz/ego/ip).
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