Un escenario político más claro está comenzando a emerger en Bangladesh, no obstante que el país decidió hace una semana la suerte de 27 distritos claves en elecciones realizadas bajo severas medidas de seguridad.
La consulta del 12 de junio, calificada por observadores internacionales como una de las más libres y justas, vió a la Liga Awami liderada por Sheikh Hasina Wajed, hija del padre fundador de Bangladesh, Sheikh Mujibur Rehman, surgir como primer partido.
La Liga tiene 134 escaños de un total de 273, seguida por su principal contendiente, el Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP) con 104. El Partido Jatiya, encabezado por el despuesto Administrador de la Ley Marcial, general Hussain Mohammed Ershad, cuenta con 24 bancas, mientras el derechista Jammat-e-Islami dispone de apenas tres.
La votación fué suspendida en los 27 distritos debido a la violencia y las denuncias de fraude. En esas bancas, la Liga está al frente en 11, lo cual la deja corta de una mayoría, en tanto el BNP lidera en 13.
Sheikh Hasina dijo que está esperando que el presidente Abdur Rehman Biswas, que pertenece al BNP, la invite a formar el gobierno. La abierta declaración de Ershad en apoyo de la Liga le ha dado la certeza de asumir el poder tras dos décadas en medio de la selva política.
Sin embargo, se ha producido más de una cuota aceptable de tiutubeos en el camino. El BNP, con los ojos puestos en la gran posibilidad, trato de concertar una precipitada alianza con el Partido Jatiya.
Ershad, quien actualmente languidece en confinamiento solitario a raíz de dos condenas por corrupción por un total de 13 años, recibió la oferta de libertad condicional por parte del BNP a cambio de su apoyo, indicaron fuentes gubernamentales.
Un pedido de excarcelación todavía está pendiente con el gobierno de transición, bajo cuya jurisdicción se realizaron las elecciones el 12 de junio.
Algunas informaciones sugirieron que el BNP ofreció incluso la jefatura del gobierno a la esposa del gobernante depuesto, Raushan Ershad, si se concretaba la alianza con el Partido Jatiya.
Ershad, quien condujo el país durante nueve años con puño de hierro, fué derrocado por un movimiento popular liderado conjuntamente por Sheikh Hasina y Khaleda Zia del BNP, apodadas "las Begún" (esposas en lengua hurdu). Zia juró como primera ministra poco despues de la defenestración de Ershad.
El ex mandatario culpa al BNP de su prisión y por no haberlo liberado antes de las elecciones. Hubo denuncias de la complicidad de Ershad en el asesinato del ex presidente Zia-ur-Rehman, el extinto marido de Khaleda Zia.
Ershad puso fín con una nota enviada desde la cárcel a todas las especulaciones, porque ordenó a los dirigentes de su partido apoyar a la Liga Awami en las formación de un nuevo ejecutivo.
Muchos observadores opinaron que, en este cambiante escenario político, su excarcelación es cuestión de días.
Sheikh Hasina ha dicho que su prioridad será restaurar la legalidad y el orden, y tambien limpiar el país de "terrorismo y corrupción".
Bangladesh ha padecido dos años de tormentas políticas, desde que la oposición encabezada por Sheikh Hasina, alegando fraude en las elecciones, inició una agitación a nivel nacional para forzar la dimisión de Khaleda Zia y la asunción de un gobierno de transición.
Mediante una nota conciliatoria, la jefa de la Liga Awami declaró despues de su elección que "iniciaré consultas inmediatamente con todas las fuerzas políticas del país para llevar a cabo un proceso de reconciliación que permita resolver los problemas económicos y administrativos que enfrenta la nación".
Hablando de las relaciones de la Liga con sus adversarios políticos, dijo que "cicatrizaremos las heridas y no abriremos otras nuevas, uniremos el país y no lo dividiremos".
No obstante, Zia no se mostró tan optimista. Su partido calificó las elecciones como "las más fraudulentas realizadas jamás". La primera ministra saliente declaró que su agrupación había formulado denuncias de fraude en 11 distritos.
Informaciones periodísticas dieron cuenta que si bien Zia decidió rechazar el resultado del comicio, fue persuadida de no hacerlo por los observadores internacionales en las elecciones.
La dirigente dijo que "el BNP cree en una política positiva y jugará su propio papel en la escena nacional". Respecto a los temores que su partido inicie una agitación similar a la que lanzó Sheikh Hasina en 1994 fueron desechados. "La agitación no figura en estos momentos en mis intenciones futuras", expresó.
Sin embargo, de qué manera el BNP asumirá el rol de una oposición constructiva es la pregunta que todos se formulan. También de qué modo la izquierdista Liga Awami conseguirá una estable relación de trabajo con el Partido Jatiya ha suscitado igualmente todo tipo de especulaciones.
Por el momento, los ciudadanos de Bangladesh pueden congratularse por haber realizado un masivo ejercicio democrático ya que el 73 por ciento del electorado concurrió a las urnas. Por lo demás, solo pueden esperar y observar. (FIN/IPS/tra- en/ti/mv/ego/ip).
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