La Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Hábitat II), celebrada hasta hoy en esta capital, fue considerada una gran oportunidad por las autoridades de Tuquía para exponer las artes del país a una audiencia cautiva, con más de 50 exhibiciones.
Una amplia gama de actividades culturales bajo el nombre de "Habitart" se ofreció para los miles de delegados oficiales, organizaciones no gubernamentales y periodistas del mundo que participaron en la conferencia durante dos semanas.
Más de medio centenar de exposiciones en Estambul presentaron "La habitación humana y los problemas de vivienda a través de la historia", y un festival cinematográfico. Otra de las atracciones fue el "Festival Internacional Galatasaray de Danzas Folclóricas".
Muchos de aquellos que quisieron distraer su atención de los problemas de las ciudades del mundo lo hicieron en el "Festival de Música de Estambul", organizado por la Fundación para el Arte y la Cultura.
"Es la riqueza cultural de una ciudad lo que determina su identidad. ?Qué otra cosa que el arte puede traducir la filosofía de Hábitat en realidad?", preguntó Yigit Guloksuz, presidente del grupo Desarrollo de la Vivienda (TOKI), que supervisa la organización de Hábitat II en Estambul.
Pero los críticos señalan que la serie de eventos culturales es de mayor interés para los visitantes extranjeros que para el público local. Muchos turcos desconocen el significado de la mayor cumbre mundial del siglo y tuvieron escasas oportunidades de disfrutar de las actuaciones artísticas.
"La gente aquí cree que Hábitat es algo foráneo. Algunos extranjeros llegan, se reúnen, disfrutan, y se van", señaló el crítico de arte Tugrul Eryilmaz.
"Nadie ha hecho saber al público que es bienvenido a participar. Hábitat es un evento elitista en la opinión de los ciudadanos turcos", añadió Eryilmaz.
Un funcionario de gobierno del área de la cultura que solicitó el anonimato sostuvo que el objetivo de la conferencia internacional "no fue transmitido al público y no fue comprendido por los propios organizadores".
Según la fuente, organizaciones no gubernamentales (ONG) locales fueron excluidas de Hábitat II. Asimismo, las actividades culturales que promovieron a Turquía como un buen ambiente para las artes resultaron un tanto irónicas.
Un comunicado del mes de mayo del ministro de Cultura, Agah Oktay Guner, ordenó al personal del gabinete, incluyendo los artistas de la ópera, el ballet y el teatro estatal, hacer una declaración pública de las asociaciones, fundaciones y otras ONG con las que estuvieran afiliados.
"En caso de que las declaraciones sean consideradas falsas, aquellos en cuestión serán sancionados", indicó la circular, y añadió que "aquellos a quienes se considere afiliados a organizaciones inapropiadas serán sancionados según el caso". (FIN/IPS/tra-en/nm/hvdb/lp/96)
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