Cuando el escenario vuelva a iluminarse el próximo 1 de agosto para señalar la apertura del 19 Reggae Sunsplash show, el más antiguo festival de reggae de Jamaica emergerá con una nueva dirección y una nueva apuesta al futuro.
Para el nuevo equipo directivo, la tarea más difícil será mantener la viabilidad del espectáculo y recuperar su antigua prestancia. La empresa que producía Sunsplash hasta el año pasado, Synergy, ha cedido el paso.
Las dificultades financieras de los últimos años dañaron el prestigio del Reggae Sunsplash y dejaron fuera de juego a sus antiguos empresarios.
Este año el festival volverá a realizarse, por segunda vez consecutiva, en el campo de polo Chukka Cove, en Ocho Ríos, con una capacidad locativa de 15.000 personas, que en comparación con las antiguas sedes resulta más pequeño.
Muchas cosas han cambiado desde que fue presentada la primera edición de Sunsplash, en 1978. En aquellos momentos, la música jamaiquina conquistaba cada día mayor aceptación internacional, con estrellas como Bob Marley y los Wailers, Jimmy Cliff, Peter Tosh y Burning Spear.
El mundo del espectáculo en vivo ha desafiado a Sunsplash con un buen número de competidores, y en los últimos años los jamaiquinos se han dado a una forma diferente de evento festivo, llamado Carnival.
El Reggae Sunsplash '96 tendrá lugar sólo cuatro meses después de la sexta edición de Carnival. Un dato interesante es que la nueva sede de Sunsplash también ha sido escenario de algunos de los más grandes triunfos de Carnival, que este año atrajo multitudes y dejó enormes ganancias.
Chester Francis-Jackson, uno de los miembros del equipo organizador de Sunsplash este año, comentó que los nuevos empresarios -Reggae Sunsplash International, con sede en Toronto, Canadá- piensan borrar con un éxito el fracaso de sus antecesores.
También se apresuró a señalar que no existe comparación entre Reggae Sunsplash y Carnival.
"Son dos productos diferentes. Uno, Carnival, es un festival de calle que exige una menor profesionalidad porque cualquiera puede incorporarse. En cambio Sunsplash ha dejado de ser sólo algo jamaiquino, ahora es internacional".
Aunque Carnival no ha comenzado a atraer las olas de turistas que Sunsplash supo conquistar en sus primeros tiempos, este evento de una semana de duración dejó de ser, este año, una diversión para las clases altas, para pasar a convertirse en una locura que atrajo multitudes de toda la isla.
Eso es algo que Sunsplash no había logrado en los últimos cuatro años.
Este año, el festival no sólo tendrá nuevos productores sino también nuevo formato y nuevas fechas. Se realizará en medio de las celebraciones de la independencia del país, en una jugada deliberada, según admitió Francis-Jackson.
"Habrá una cantidad de jamaiquinos de visita en sus casas para la Independencia, y además siempre tenemos un grupo cautivo de gente en vacaciones en Ocho Ríos en esas fechas".
En sus ediciones anteriores, el festival se celebraba en julio. Además, este año durará sólo cuatro días, mientras que en el pasado duraba una semana completa.
La organización también ha modificado la estructura tradicional del festival, con lo cual piensa asegurar un mayor éxito en las cuatro jornadas. (FIN/IPS/tra-en/hc/hvdb/arl/cr/96