Los responsables del turismo, por largos años, han atraído a los visitantes de Jamaica con los encantos de sus costas, proyectando imágenes de bronceados cuerpos en playas de blancas arenas, con un horizonte de profundo mar azul.
A partir de estos momentos, en cambio, la industria turística se apresta a comenzar una promoción distinta del país.
Los folletos promocionales del futuro contendrán fotografías de sitios históricos esparcidos por toda la isla caribeña, junto a las tradicionales visiones del sol, el mar y las arenas.
Está en preparación un plan para revivir un gran número de los sitios históricos de Jamaica. Según los funcionarios del sector, la isla cuenta con más de 1.000 de estos lugares.
El proyecto -que será ejecutado por la firma Jamaica Heritage Trails Limited, una compañía formada hace dos años exclusivamente para este fin- hará que los visitantes de la isla viajen hacia atrás en el tiempo y tengan una idea de la forma en que vivían los habitantes de esta antigua colonia británica.
Varios bancos privados nacionales se unieron al gobierno en la financiación del primer proyecto, que se ejecutará en la ciudad de Falmouth, situada en el extremo occidental de la isla, que contiene la mayor colección de casas de estilo georgiano del siglo XVIII en toda Jamaica.
Antiguamente llamada Barrett Town, Falmouth fue fundada en 1770 por un gran traficante de esclavos, Edward Barrett, abuelo de la renombrada poetisa inglesa Elizabeth Browning.
Entre 1790 y 1830, cuando predominaba el cultivo del azúcar, la ciudad creció como vibrante capital de la exportación de ron y azúcar, con sus más de 80 plantaciones azucareras, muchas de las cuales aún existen.
Falmouth tiene ahora unos 25.000 habitantes. Se están restaurando ya sus lugares de estilo georgiano, cargados con el legado del rico pasado histórico de Jamaica, mientras se sientan las bases para su ulterior transformación en sitio consagrado como patrimonio cultural.
Entre los edificios georgianos que serán restaurados está la Gran Casa Barrett, construida en 1799 por Charles Moulton Barrett, antiguo dueño de la plantación, y la parroquia baptista donde la historia registra que vivió William Knibb, el confeso abolicionista y autoproclamado defensor de la causa negra.
La Casa Tharp, construida en 1785 por John Tharp, gran hacendado azucarero y dueño de esclavos en la zona, será restaurada y parcialmente convertida en restaurante, además de alojar parte de un centro de estudio y museo del tráfico de esclavos desde Africa y de los 300 años de esclavitud en la isla.
Las construcciones llamadas Central Wharf, de 1810, situadas al este de Tharp House, forman el más antiguo conjunto industrial que sobrevive en Falmouth. Grandes cantidades de ron y de azúcar fueron despachadas desde sus muelles a lo largo de la historia.
Una vez restaurados, los edificios de Central Wharf serán destinados a tiendas de artesanía, restaurantes, una galería de arte y otras atracciones turísticas, según explicó Carole Hayle, directora del Plan de Acción Turística, una rama de la Junta de Turismo de Jamaica.
El Instituto Smithsoniano de Washington D.C. ha comprometido su apoyo para la instalación de un museo de historia africana.
También está en preparación un proyecto en relación con la parroquia de St. Catherine, junto a Kingston, la capital, que con una cuantiosa ayuda internacional de Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña, se convertirá en patrimonio histórico-cultural.
Se espera que la introducción del turismo de patrimonio cultural en Jamaica incremente el ingreso de turistas hasta 40 por ciento por año, según los funcionarios especializados.
La isla recibió el año pasado 1,1 millones de turistas, en su mayoría de Estados Unidos y Europa. (FIN/IPS/tra-en/ml/hvdb/arl/cr/96)
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