Eduardo Angeloz, ex gobernador de la provincia argentina de Córdoba y candidato a la presidencia en 1989 con seis millones de votos, rechazó hoy las acusaciones de enriquecimiento ilícito que se le imputan y se consideró sentenciado antes de comenzar el proceso.
"Estoy tranquilo con mi conciencia, no hay absolutamente nada que me pueda comprometer, ni a mí ni a mi familia, es falso que mi patrimonio haya crecido en forma desproporcionada", declaró Angeloz, cuando la opinión pública de la provincia que gobernó durante 12 años está escandalizada por las denuncias.
Según la denuncia presentada por la Asociación Bancaria y un grupo de gremios estatales, el ex gobernador habría realizado millonarias inversiones en el agro, la construcción, el negocio inmobiliario, los medios de comunicación y el comercio mediante testaferros.
El juez Manuel Molina, a cargo de la investigación, pidió entonces a los miembros del Senado que le quite los fueros a Angeloz, quien había sido designado miembro de ese cuerpo.
El Senado se pronunció en forma afirmativa y este martes el magistrado recibió la notificación para que en los próximos 60 días cite a declarar al legislador desaforado.
El abogado defensor de Angeloz, José Buteler, advirtió que sería "una barbaridad, y un absurdo jurídico" que el ex gobernador quede detenido, aunque no descartó la posibilidad.
La defensa asegura que no hay en el expediente ningún bien que pertenezca a Angeloz y no está comprobado que las personas relacionadas con su cliente sean sus testaferros.
Angeloz no desconfía del magistrado y este martes dijo que el juez "puede tener una presunción probabilística" de su responsabilidad en los ilícitos, pero lamentó que en el caso de un hombre público esa presunción equivalga ya a una sentencia.
En 1989, en vísperas de la finalización del mandato del ex presidente Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical, Angeloz se postuló como candidato a la presidencia por el radicalismo para competir con Carlos Menem, entonces gobernador de La Rioja.
"Obtuve seis millones de votos, un millón más que los que tenía asegurados el partido", declaró este martes a una radioemisora. Su prestigio en la provincia lo llevó a conseguir la reelección dos veces, pero en 1994 se negó a pelear nuevamente la presidencia con Menem.
Poco despúes de su repliegue a nivel nacional debió abandonar el cargo de gobernador antes de lo que establecía la Constitución, debido al malestar reinante en la provincia, sometida a un severo ajuste fiscal que tuvo serias consecuencias para los empleados públicos.
Esta semana, encuestas informales realizadas por medios periodísticos en Córdoba mostraron la indignación de la opinión pública provincial por el aparente enriquecimiento del ex gobernador mientras la población padecía una aguda crisis.
La acusación contra Angeloz alcanza a su esposa e hijos, que también fueron citados a declarar.
El magistrado cree que hay al menos 14 "personas interpuestas" en el caso que investiga, en alusión a funcionarios, amigos o familiares de Angeloz que, según sospecha, fueron sus testaferros.
Angeloz insiste en que su declaración patrimonial no varió entre 1983 y 1995, el período en el que gobernó Córdoba, con un discurso centrado en la lucha contra la corrupción y en favor de la transparencia administrativa.
"Me siento atravezando el desierto, porque aunque no hay absolutamente nada que me pueda comprometer, cualquiera que esté atravezando estas circunstancias se encuentra afectado", reconoció. (FIN/IPS/mv/ag/ip/96)