La violenta reacción de Estados Unidos a una resolución de la asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebra en esta capital sobre la polémica ley Helms-Burton, despertó temores entre los países de la región ante una posible represalia por parte de Washington.
Aunque la representante permanente de Estados Unidos en la OEA, Harriet Bobbitt, trató de restarle trascendencia a la resolución durante una posterior rueda de prensa, su primera reacción tras la votación aparentaba todo lo contrario.
"Cobardía diplomática", "indigno procedimiento" y falta de coraje político para denunciar "una dictadura totalitaria", fueron las primeras palabras pronunciadas por Bobbit ante el pleno de la OEA inmediatamente despues de la votación.
La resolución, aprobada por 23 votos a favor y uno en contra, pidió al Comité Jurídico Interamericano de la OEA que examine, concluya y presente su opinión al Consejo Permanente sobre la validez de la ley Helms-Burton conforme al derecho internacional.
Sin embargo, Bobbitt advirtió que Estados Unidos va a aplicar la ley Helms-Burton, que amplía las sanciones económicas contra Cuba a terceros países, según el ordenamiento jurídico de su país, pese al fallo que dictó el Comité Jurídico de la OEA.
Diplomáticos de la región consultados por IPS se mostraron preocupados por la violenta reacción de la delegación de Estados Unidos, así como por las consecuencias que esto pueda tener en las relaciones entre ese país y el resto de América.
"A todos nos preocupa esta reacción", dijo el primer ministro de Saint Kitts y Nevis, Denzil Douglas, quien reclamó que "prevalezca la razón y el diálogo en la solución de este problema".
Douglas afirmó que la resolución no condena la política exterior de Estados Unidos, sino que surge de "un cuestionamiento a los efectos extraterritoriales de una legislación" aprobada en marzo por el Congreso de ese país.
El canciller de Costa Rica, Fernando Naranjo, tampoco ocultó su preocupación por la actitud asumida por los representantes de Estados Unidos.
Otro diplomático que pidió el anonimato, dijo a IPS que la resolución puede provocar "una reacción negativa" dentro del Congreso de Estados Unidos, debido "a su rechazo continuado a los organismos multilaterales".
"Los legisladores norteamericanos jamás permitirán que un ente multilateral (como la OEA) opine sobre leyes que ellos consideran internas, aunque en nuestra opinión (la ley Helms Burton) tiene efectos extraterritoriales inaceptables", afirmó.
Pronosticó que a partir de la esta asamblea general de la OEA la discusión entre Washington y el resto de la región "será frontal y abierta".
Países como Canadá y México, socios comerciales de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), fueron quienes sostuvieron las posiciones más duras e intransigentes durante el breve debate de la resolución.
Pero al margen del enfrentamiento que pudiera surgir en la región tras la votación, algunos diplomáticos consideraron que las principales consecuencias para Estados Unidos podrían ir más allá de la OEA y otras instancias regionales.
El canciller encargado de Panamá, Ricardo Arias, afirmó que la resolución probablemente "no tenga efectos prácticos" en la región, pero que "en lo político puede haber mucho porque es la opinión de un organismo regional sobre el impacto de una ley que trasciende a otras instancias".
Entre ellas señaló el próximo debate en la Organización Mundial de Comercio sobre los alcances y efectos de la ley Helms-Burton sobre terceros países, así como los que tendrán lugar en la Unión Europea y dentro del TLC, a pedido de México y Canadá. (FIN/IPS/sh/ag/ip/96)