Munida en Panamá del renovado apoyo de sus países miembros, instrumentos económicos y una redefinición de fines, la Organización de Estados Americanos (OEA) busca consolidar su papel como nuevo foro integrador de América.
Estas conclusiones fueron señaladas por altos directivos de la OEA, el canciller encargado de Panamá, Ricardo Arias, quien presidió la XXVI asamblea general de la organización que concluyó este viernes, así como por la mayoría de los delegados participantes
Y aunque la reunión sufrió el embate de una confrontación de la región con Estados Unidos, ésta no empañó la reconversión de la OEA a su nuevo papel de impulsora de la integración y el desarrollo de los países americanos.
El subsecretario alterno de la OEA, Christopher Thomas, afirmó tras la clausura de la asamblea que a partir de Panamá la organización inicia una etapa de desarrollo con el fin de "consolidar una agenda social" para mitigar los efectos de los ajustes y la globalización de las economías.
En vísperas de la asamblea general, iniciada el pasado lunes, los 34 cancilleres de la OEA instalaron formalmente el Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (Cidi), el cual se ocupará de llevar a cabo programas de apoyo a la integración, el comercio, la globalización y contra la pobreza crítica.
Asimismo, fue convocada una conferencia sobre el desarrollo sostenible en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, para el 8 de diciembre de este año.
"Hemos ya consolidado la democracia como forma de futuro político" en la región, y en el nuevo proceso "el asunto de la pobreza, ambiente sostenible y los derechos humanos son cosas fundamentales para avanzar en el desarrollo de la agenda social" que se propone la OEA, apuntó Thomas.
Arias precisó que a pesar de que es parte de un proceso, en la asamblea general de Panamá se vió una OEA "muy distinta a la que era hace unos años atras" cuando acaparaban su atención la confrontación entre países hermanos y las guerras civiles.
"Ahora hay una OEA más propensa a estudiar, a analizar y a influenciar los procesos democráticos en el hemisferio, así como los procesos de desarrollo y la eliminación de la pobreza, los cuales van a salir fortalecidos" tras la reunión de Panamá, subrayó Arias.
Pero advirtió que los resultados "se irán viendo a medida que el proceso avance, donde unos vendrán primero y otros después como en todo proceso".
La concertación política, el multilateralismo, el desarrollo sostenible, derechos humanos, pobreza crítica, desarrollo social, educación, ambiente, asistencia técnica, transparencia, acciones contra la corrupción y seguridad ciudadana, forman parte del nuevo lenguaje introducido por la OEA en el foro de Panamá.
La solidaridad regional y el abandono de antiguos esquemas de reparto porcentual de recursos entre los países receptores, por otro donde las naciones más avanzadas "liberen recursos y oportunidades para los menos desarrollados", también figuran en el nuevo discurso de la OEA.
La "nueva OEA", según el canciller de México, José Angel Gurría, "ofrece a sus miembros la posibilidad de un espacio de participación democrática más activo, muy innovador y pleno de potencialidades".
No obstante, el rechazo regional a la ley Helms-Burton de Estados Unidos, que endurece el bloqueo contra Cuba y la violenta reacción de sus delegados a una resolución que sometió el caso al Comité Jurídico de la OEA, abrió serios interrogantes sobre el futuro inmediato de las relaciones hemisféricas. (FIN/IPS/sh/ag/ip/96)