Parlamentarios reunidos hoy en la sede del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) en esta ciudad recomendaron buscar modelos alternativos de desarrollo, anular los efectos de la deuda externa y de la globalización económica.
"No es posible nacer debiendo y morir pagando, por eso es necesario proponer alternativas a largo plazo de negociación colectiva" para la deuda externa, señaló el diputado Gabino Fernández, presidente de la Comisión de Economías Emergentes del Congreso mexicano.
Hay más de 200 millones de latinoamericanos viviendo en la miseria provocada por una deuda externa de 500.000 millones de dólares, sin asistencia a su salud ni educación adecuada, argumentó el parlamentario.
Fernández criticó también la globalización y la política neoliberal que se aplica en muchos países en desarrollo por imposición de naciones ricas.
El libre comercio, favoreciendo la competencia de los países desarrollados, causa la quiebra de pequeñas y medianas empresas, que responden por 70 por ciento del empleo en América Latina, añadió.
Los efectos negativos fueron comprobados por un estudio de la comisión presidida por Fernández en países como México, Brasil, Argentina, Chile, Perú y Bolivia.
El presidente del Parlatino, el diputado uruguayo Juan Singer, dijo en el Encuentro de Economías Emergentes de América Latina y el Caribe que "la globalización refleja una ampliación del consumo, pero no logró mejorar el empleo, ni la calidad de vida, y tampoco redujo los desequilibrios sociales".
La integración regional, tanto en lo económico como en lo político, es el camino para la solución de los problemas, indicó Singer.
El economista Albert Fishlow, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, apuntó como garantía de crecimiento y estabilidad en los países latinoamericanos el "logro del superávit en las cuentas públicas para poder financiar el sector privado y el proyecto de desarrollo".
Además, dijo que era necesario aumentar las exportaciones entre siete y 10 por ciento al año y elevar el ahorro interno hasta alcanzar como mínimo 25 por ciento del producto interno bruto.
Una mejor distribución del ingreso es otro reto que debe imponerse la región, ya que no se puede aceptar que mitad de la población latinoamericana siga teniendo acceso a menos de 15 por ciento de los ingresos, mientras sólo 10 por ciento controla el 50 por ciento.
En agosto, empresarios de México, Chile, Bolivia, Venezuela y del Mercosur deberán reunirse en Buenos Aires para discutir las economías regionales emergentes y mecanismos para ampliar las inversiones y combatir el desempleo, anunció Fernández. (FIN/IPS/mo/ag/dv/96)