Chiapas no sólo es el escenario de un conflicto político-militar que los últimos 29 meses marcó en gran parte el pulso de México. Ahora es también el estado de mayor deterioro ecológico de este país.
Zona de alta biodeversidad, con cinco reservas de la biósfera, tres parques nacionales, dos monumentos naturales y cinco áreas de protección forestal y de la fauna, Chiapas conquistó en 1995 los primeros lugares en deforestación y en sobreexplotación de recursos naturales de México.
Así lo indica un informe de la subsecretaría de Recursos Naturales difundido este jueves, según el cual la pérdida de biodiversidad en el estado sureño, uno de los 31 de este país, se traduce en una erosión con valores mayores a las 100 toneladas de hectáreas por año.
"La vasta diversidad biológica de Chiapas se ve amenazada por la pérdida de hábitat provocada por las altas tasas de deforestación (17.229 hectáreas en 1995), el tráfico de especies, la invasión de frágiles zonas y la cacería", indicó la subsecretaría.
En Chiapas, donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional se levantó en armas en enero 1994, se encuentra 80 por ciento de los árboles tropicales de México, 33 por ciento de los reptiles y 80 por ciento de las especies de mariposas.
Según la subsecretaría de Recusos Naturales, la capacidad productiva de los suelos de Chiapas disminuyó los últimos años 35 por ciento.
De 1980 a 1995 la cubierta arbolada de ese estado, que desde abril de 1995 es escenario de negociaciones de paz entre el gobierno y el EZLN, se redujo en 704.597 hectáreas, indicó la subsecretaría.
"El conflicto armado en Chiapas agudizó los problemas de devastación. Si la crisis continúa podría desaparecer una de las zonas más importantes del mundo, para cuya recuperación tendrían que transcurrir unos 400 años", advirtió Jeffrey Wilkerson, investigador del Centro de Ecología Cultural del Trópico.
Los ecologístas coinciden en señalar que las selvas de Chiapas sufren un intenso proceso de deterioro desde que en los años 50 indígenas que vivían en zonas frías comenzaron a emigrar a esas áreas obligados por la falta de tierras o por la explotación de los hacendados.
Tras ese proceso de inmigración, acompañado por la corta y quema de árboles para despejar tierras de cultivo y una mayor marginación de los grupos nativos, llegaron los ganaderos y más tarde las empresas forestales, entre las que destaca la poderosa maderera estadounidense Plywood Company.
La subsecretaría de Recursos Naturales indicó que una de las subregiones del estado de Chiapas más afectadas por la pérdida de biodiversidad es actualmente la selva Lacandona.
Hasta fines del siglo pasado la selva Lacandona tenía alrededor de 1,3 millones de hectáreas y en ella habitaban unas 2.000 personas. Ahora, su extensión es de poco menos de 500.000 hectáreas y su población de 300.000, señalan informes oficiales.
"La carencia de un marco legal adecuado, aunada a la falta de un inventario actualizado, una vigilancia insufienciente y el mal manejo de sus áreas naturales protegidas son algunas causas del acelerado deterioro ecológico de Chiapas", apuntó la subsecretaría de Recursos Naturales.
A inicios de este mes el gobierno del presidente Ernesto Zedillo presentó un programa de manejo y reordenamiento de áreas naturales que incluye sistemas de financimiento como ecoturismo, "ecoloterías" y bonos de inversión y la integración de comités entre pobladores, académicos y autoridades.
Las áreas protegidas de México, entre ellas las de Chiapas, que abarcan 11,7 millones de hectáreas, disponen tan sólo de un millón de dólares anuales para su manejo. Con el nuevo programa la disponibilidad de recursos podría triplicarse.
La organización ambientalista no gubernamental Grupo de los Cien sostiene que las acciones de Ejército federal en Chiapas, como los continuos patrullajes en helicópteros y aviones, asi como en camiones y tanques, aceleró el deterioro de las zonas de selva y con ello empobreció aún más a sus pobladores.
Con un población de 3,4 millones de personas, 61,9 por ciento de la cual habla alguna lengua nativa, Chiapas ocupa el primer lugar de "índices de marginación" en México, indica un informe preparado por las oficinas de la presidencia.
En el estado sureño, fronterizo con Guatemala, el analfabetismo es de 30 por ciento, dos veces y media más que el promedio nacional, y la esperanza de vida al nacer es de 66,4 años, 3,3 años menos que en el resto del país. (FIN/IPS/dc/dg/ip-en/96).