/AMBIENTE/CHILE: Comunidad accedió a paso de gasoducto "bajo presión"

La primera batalla de la "guerra del gasoducto" finalizó esta semana en Chile, con la firma de un acuerdo entre la empresa GasAndes y la comunidad del pueblo de San Alfonso, que accedió al paso de las tuberías "bajo presión".

El acuerdo fue suscrito en el Palacio Ariztía, sede santiaguina de la Cámara de Diputados, tras una prolongada asamblea de los vecinos de San Alfonso en la noche del lunes, en la que se hicieron duras críticas al gobierno del presidente Eduardo Frei.

La comunidad del poblado precordillerano de 3.000 habitantes situado 50 kilómetros al sudeste de Santiago reiteró su rechazo por razones de seguridad al paso de las tuberías que traerán gas natural desde Argentina.

Los vecinos dijeron, sin embargo, con evidente frustración, que pese a su rechazo, tuvieron que ceder ante la "imposición de esta obra de una transnacional", que los tiene "acosados y amenazados".

GasAndes, la empresa que construye el gasoducto, tiene como socios a la compañía canadiense Novacorp y a dos consorcios energéticos chilenos que comercializarán el gas natural en la zona central de Chile desde 1997.

La empresa podría enfrentar en los próximos meses el rechazo de los 8.000 habitantes del municipio de Pirque, otra localidad cercana a Santiago, por donde está previsto también el paso del ducto antes de su llegada a esta capital.

"No tenemos presidente", fueron los gritos con que finalizó la asamblea de San Alfonso, como manifestación de repudio al gobierno de Frei, que "ha dado (a GasAndes) una concesión (de paso del gasoducto) por lugares en que jamás debió hacerse".

El acuerdo final introdujo algunos cambios al paso de las tuberías por la ribera norte del río Maipo, a una distancia mínima de 70 metros y máxima de 400 en relación a las viviendas, en lugar de los 30 y 300 metros planificados originalmente.

La fórmula, negociada con la mediación del socialista Jaime Estévez, presidente de la Cámara de Diputados, obligará a GasAndes y al Ministerio de Obras Públicas a reforzar las medidas de seguridad en la construcción de la obra.

San Alfonso está situado en el Cajón del Maipo, un vasto paraje cordillerano por donde desciende el río del mismo nombre, caracterizado por su volcanismo y con un permanente peligro de sismos por la falla geológica de Las Melozas.

Estévez admitió que el acuerdo alcanzado no fue el óptimo, mientras los negociadores de San Alfonso subrayaron que el conflicto puso de manifiesto la debilidad de las leyes ambientales para defender a las comunidades ante los intereses de las empresas.

El litigio tuvo su momento más dramático el día 13, cuando los vecinos de San Alfonso bloquearon en una protesta contra GasAndes la única carretera de acceso al pueblo, siendo duramente reprimidos por la policía de Carabineros.

La empresa aceptó hace una semana abrir negociaciones con la comunidad de San Alfonso y la familia Astorga, propietaria del fundo (hacienda) Cascada de las Animas, en la ribera sur del Maipo, previsto como otra opción para el paso del gasoducto.

Esta tregua evitó otros posibles enfrentamientos, ya que la familia Astorga cortó el único puente de acceso al fundo y levantó una campamento permanente para impedir el acceso de los ingenieros de GasAndes al lugar, declarado santuario de la naturaleza.

"Todo San Alfonso ha perdido, incluso la familia Astorga, porque terminará con un gasoducto que no quería, pero no nos hemos vendido y aún tenemos dignidad", dijo Angel Santander, presidente de la Junta de Vecinos del poblado.

GasAndes ofreció crear un fondo de unos 30 millones de dólares en beneficio de San Alfonso, pero la asamblea respondió que "rechaza las compensaciones y las considera irrelevantes dada la imposición (del gasoducto)".

Santander destacó que, pese al desenlace del conflicto, se creó un precedente positivo, ya que por primera vez una comunidad logra ser reconocida como interlocutor válido por una empresa y las autoridades, por sobre las insuficiencias de las leyes.

El ducto, que traerá gas natural desde la provincia argentina de Neuquén, tiene en el lado chileno un costo de 325 millones de dólares, para la construcción de 146 kilómetros de tuberías hasta San Bernardo, centro de distribución del energético hacia Santiago. (FIN/IPS/ggr/ag/pr-en/96

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