La plantación de mangles sería una medida más eficaz para la prevención de inundaciones que la elevación de la altura de los diques, de acuerdo con nuevas investigaciones.
Ante el creciente riesgo de inundaciones debido a los cambios climáticos, muchos países tropicales consideran la construcción de diques más altos para proteger las tierras vulnerables, pero según los estudios, los manglares son más beneficiosos para la economía y el ecosistema.
"Varios técnicos extranjeros planean construir diques más altos en el litoral de Vietnam y otros países en desarrollo", señaló Mick Kelly, de la Unidad de Investigaciones Climáticas de la Universidad de East Anglia, en Gran Bretaña.
"Esto no beneficiará a nadie más que a los ingenieros y consultores, en cambio los manglares, plantados en las llanas aguas costeras de los deltas, constituirían una primera línea de defensa contra las tormentas tropicales", observó el científico.
Unos 3.000 kilómetros de costa de Vietnam están expuestos a los ciclones, que pueden causar un daño incalculable. En 1985, uno de ellos produjo 900 víctimas fatales, hizo naufragar 3.300 embarcaciones y dejó a más de medio millón de personas sin hogar, y entre 1977 y 1986 las tormentas tropicales destruyeron 400.000 hectáreas de cultivos.
Actualmente las costas de Vietnam sufren hasta 12 de estas tormentas al año, pero el número podría aumentar debido a la elevación del nivel del mar, provocada por el calentamiento de la Tierra, advirtió Kelly.
Estudios conjuntos de la Universidad de East Anglia y el Centro de Investigaciones del Ecosistema de Manglares de Hanoi demostraron que los manglares no sólo protegen a los diques de las tormentas, sino que producen varios beneficios económicos y sociales indirectos a las comunidades costeras.
Más de 60 especies diferentes de mangle pueden hallarse en las tierras costeras tropicales y subtropicales, que albergan también más de 2.000 especies de peces y plantas.
Sin embargo, en Vietnam y otros países se destruyeron enormes manglares para dar lugar a actividades agrícolas, cultivo de camarones y plantación de árboles, causando una grave degradación ambiental que actualmente se trata de revertir.
Los investigadores vietnamitas y británicos estudiaron tres áreas costeras de la provincia de Nam Ha, en el norte de Vietnam, donde hoy desarrollan tres proyectos de rehabilitación de manglares para evaluar los beneficios, con la ayuda económica del Consejo de Investigaciones Económicas y Sociales, de Gran Bretaña.
"Estamos a la espera de nuevos fondos del Consejo para continuar con el trabajo", explicó Kelly.
Además de la protección física que ofrecen a los diques, los manglares estabilizan el lecho marino al atrapar sedimentos, y esto disipa la energía de las olas que rompen contra las barreras artificiales.
La plantación de mangle en el lado del dique que da al mar reduce considerablemente la necesidad de mantenimiento del dique, explicaron los científicos. En Vietnam, esta tarea se realiza una vez al año con trabajo obligatorio de residentes locales, organizados por comités de distrito y remunerados con impuestos locales a la tierra.
"Estas actividades representan una pesada carga para muchos hogares y pueden ser una fuente de conflicto", advirtieron los investigadores.
Además de proteger los diques, los manglares ofrecen una amplia variedad de beneficios económicos. Sus raíces y ramas submarinas proveen refugio, alimento y un área natural de desove para los peces, lo cual estimula la pesca local.
La captura anual de peces, cangrejos, camarones y mariscos se estima en unos 50 kilogramos por hectárea.
Las flores del mangle atraen a las abejas, y esto beneficia a los apicultores, aunque la producción de miel sólo es posible unos cinco años después de la plantación. Las especies de flores varían según la época, y la producción potencial de miel se estima en 0,21 kilogramos por hectárea y por año, como mínimo.
Así mismo, se puede obtener leña y madera de construcción mediante la poda de los mangles.
En definitiva, el análisis costo-beneficio demuestra que los beneficios de la plantación de mangle son cuatro o cinco veces mayores que los costos, y esto no incluye la reducción del gasto de reparación de los diques luego de las tormentas ni la disminución de pérdidas de cultivos como consecuencia de las inundaciones.
Sólo los beneficios directos, sin contar la protección de los diques, hacen rentable la rehabilitación de los manglares. "Beneficiarían inmediatamente a los residentes locales" y ayudarían a "preservar un valioso ecosistema y a reducir el riesgo de desastres climáticos", destacaron los investigadores. (FIN/IPS/tra-en/jp/HvdB/ml/en/96)