Científicos de 60 países analizaron esta semana en Panamá los últimos descubrimientos e investigaciones sobre el comportamiento de los arrecifes de coral y su importancia para la economía y el ambiente global.
El encuentro, que se prolongó de lunes a sábado, es organizado por el Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales y la estatal Universidad de Panamá.
Así mismo, está auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia la Cultura).
Temas como ecología y evolución de corales y otras especies, biología funcional, geología, oceonografía y conservación y el manejo de ecosistemas coralinos, serán tratados por los expertos en 15 conferencias magistrales, talleres, foros y actividades de campo, informó el comité organizador.
También sera presentada la exposición itinerante "Nuestros Arrecifes Unidos por el Caribe", organizada por el Instituto Smithsoniano, de Washington.
El experto panameño Luis D'Croz, uno de los coordinadores del simposio, afirmó que "dada la singular ubicación de Panamá, los participantes tendrán la extraordinaria oportunidad de ver arrecifes de coral en dos oceános en un mismo día".
Hamset Villalaz, director de la escuela de Biología de la Universidad de Panamá, indicó a IPS que este país fue escogido como sede del simpósio debido a la gran importancia que tienen sus arrecifes coralinos para la región del Caribe y "la calidad única" de las formaciones de ese tipo existentes en su litoral Pacífico.
Villalaz explicó que las formaciones coralinas del Caribe panameño son de una gran diversidad debido a la calidad de sus aguas y a las condiciones de luminosidad que ofrece el relieve costero de este país.
Mientras, las formaciones del oceáno Pacífico, pese a ser más pequeñas, tienen la particularidad de ser arrecifes nuevos.
El experto explicó que "la afloración de corrientes frías" en el Pacífico obligó a los corales a buscar condiciones de adaptabilidad única para la especie.
Panamá es "un punto clave" para estudiar antiguas migraciones de plantas y animales, tanto marinos como terrestres, así como para analizar el comportamiento del clima y su cambio global, indicaron Ira Rubinoff y George Angher, del Instituto Smithsoniano.
Rubinoff y Angher señalaron en un trabajo especialmente realizado para el simposio internacional que la aparición del istmo de América Central, hace aproximadamente tres millones de años, creó dos ambientes marinos contrastantes.
Ese panorama ofrece a los científicos "un gran laboratorio natural para poner a prueba sus ideas sobre la adaptación, la evolución y la ecología", agregaron.
Entre otras codiciones especiales, Rubinoff y Angher señalan que la división de especies entre uno y otro océano determinada por la emergencia del istmo, ofrece a los científicos un punto de partida para analizar la evolución genética de cada una de esas especies, independientemente de su gemela.
El istmo también generó dos climas diferentes influidos por los dos mares que lo circundan, que -según Rubinoff y Angher- convierten a Panamá "en un excelente lugar para el estudio de los patrones de clima y procesos de cambio a nivel mundial".
Los científicos destacaron que el Instituto Smithsoniano ha publicado más de 3.500 investigaciones sobre el ambiente del istmo en los últimos 70 años, pero se trata sólo de una pequeña parte de todo el potencial que aún queda por estudiar.
Además de la importancia que tienen los arrecifes coralinos del istmo para el mar Caribe y el oceáno Pacífico, las riquezas pesqueras que extrae Panamá de sus costas aportan más de una quinta parte de los alrededor de 550 millones de dólares en divisas captadas anualmente por este país. (FIN/IPS/sh/ff/en/96)