Un congreso mundial efectuará en Montreal, Canadá, la primera revisión del panorama ambiental después de la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro y evaluará las perspectivas de cara al siglo XXI.
La conferencia, convocada por la Unión Mundial por la Naturaleza (UICN), encarnará el espíritu de la conferencia de Naciones Unidas de Rio, que en 1992 aunó gobiernos con organizaciones independientes en la causa del desarrollo sostenible.
David McDowell, director general de UICN, escogió la celebración este miércoles del Día Mundial del Medio Ambiente, para anunciar la realización del primer Congreso Conservacionista Mundial del 15 al 23 de octubre.
El encuentro se ocupará de los temas dominantes en el debate ambiental, como la incidencia de las políticas económicas en la conservación de la naturaleza o la incorporación de los empresarios a la problemática ambiental.
Durante cuatro días funcionarán unos 40 talleres para discusión de aspectos tan variados como la creación y administración de parques nacionales, los efectos del comercio de Asia en la fauna de los ecosistemas de Africa o la incidencia de la pobreza en el ambiente.
Otros temas de los talleres serán el fortalecimiento de la sostenibilidad ambiental, la conservación de la vitalidad y la diversidad de la Tierra, manejo y protección de la tierra y la participación en las riquezas de la naturaleza.
Los grupos discutirán asimismo de aplicación de estrategias de sostenibilidad, de incorporación del público al conservacionismo, del uso de las políticas económicas como instrumentos de conservación y de temas globales, como consumo, deuda externa y seguridad ambiental.
El congreso, que contará con la participación del primer ministro de Canadá Jean Chretien, dedicará un taller a la discusión de la experiencia conservacionista del pais norteamericano.
En otras reuniones simultáneas al congreso se debatirá sobre la financiación del desarrollo sostenible, en un grupo especial presidido por el canadiense Maurice Strong, quien fue secretario general de las dos grandes conferencias internacionales sobre ambiente, la de Estocolmo, en 1972, y la de Rio.
Otros grupos especiales debatirán sobre la naturaleza en el siglo XXI, la comunicación sobre el ambiente y los negocios y el ambiente.
McDowell resaltó la importancia de incorporar al sector privado a una actitud más afín con el enfoque sostenible del desarrollo.
"Si logramos aunque sea cambiar en cinco o 10 grados el rumbo de los empresarios respecto al ambiente, conseguiríamos más impacto que con cualquiera de nuestros proyectos", evaluó.
En Montreal, la UICN, la más antigua institución ambientalista del mundo, abrirá al público las asambleas generales que realiza cada tres años y las transformará en congresos de acceso libre a expertos independientes y privados.
A diferencia de la última asamblea, realizada en 1993 en Buenos Aires, la de Montreal propicia que la comunidad ambiental de todos los países participe en las discusiones técnicas del congreso.
Los organizadores esperan que unos 2.000 expertos viajen a Montreal para participar del congreso. El gobierno de Canadá, explicó McDowell, "contribuye generosamente" en la preparación de la asamblea.
Andrew McAlister, vicerepresentante permanente de la misión de Canadá ante las Naciones Unidas en Ginebra, informó que su gobierno había aportado casi 3,5 millones de dólares.
Como "país de larga trayectorias en la defensa del ambiente", dijo McAlister, Canadá cooperará también con cerca de 200.000 dólares para financiar los gastos de traslado a Montreal de representantes del mundo en desarrollo.
De su presupuesto anual de gastos, que se eleva a unos 44 millones de dólares, la UICN destinará dos millones a la organización del congreso de octubre, precisó McDowell.
"Será una asamblea costosa, pues debemos asegurar interpretación simultánea en español, francés e inglés", agregó.
La UICN se ha convertido en una entidad única en su género porque reúne entre sus miembros a 75 estados y 130 agencias gubernamentales, que conviven junto a más de 650 organizaciones no gubernamentales.
Otra cualidad que distingue a UICN es su sistema de comisiones, cuerpos de expertos voluntarios que contribuyen a la ejecución de los programas de la institución.
La red mundial de las comisiones, con unos 7.000 expertos, se ocupa de educación y comunicación, derecho ambiental, planificación y estrategia ambientales, parques nacionales y áreas protegidas, supervivencia de especies y gestión de ecosistemas. (FIN/IPS/pc/dg/en/96)