El almacenamiento de grandes cantidades de plaguicidas sin utilizar en los países en desarrollo supone una grave amenaza para el ambiente y la salud pública, advirtió hoy la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Hay más de 100.000 toneladas de plaguicidas químicos en los países en desarrollo, y 20.000 toneladas se encuentran en Africa, según un estudio de FAO, una agencia con sede central en Roma.
Entre esas sustancias se cuentan los altamente tóxicos DDT, dieldrín y HCH (Hexaclorociclohexano). En su mayoría proceden de donaciones de los países ricos y en muchos casos no se cuenta con instalaciones apropiadas para su almacenaje.
FAO exhortó a la comunidad internacional a considerar de modo urgente el tratamiento de esos peligrosos productos, ya obsoletos, para evitar una acumulación mayor.
El "almacenamiento de plaguicidas obsoletos es una bomba de relojería", alertó Niek van der Graaff, responsable del servicio de proteccion vegetal de FAO. Agregó que la filtración y otros accidentes son corrientes y generalizados.
Las condiciones de almacenamiento rara vez cumplen las normas internacionales. Muchos contenedores de plaguicidas se deterioran y su contenido se filtra a los suelos, contaminando las aguas subterráneas y el ambiente, se consignó en el informe.
La mayoría de los centros de almacenamiento se encuentran en áreas urbanas o cerca de asentamientos humanos. En Africa y Medio Oriente, los plaguicidas obsoletos se han convertido en una grave preocupacion ambiental, de acuerdo con FAO.
Algunos inventarios tienen más de 30 años y se hallan en condiciones muy precarias. "A menos que se tomen medidas, la situacion puede ser catastrófica e irreversible", advirtió la agencia.
Durante años, los países en desarrollo importaron una gran variedad de plaguicidas, donados por organismos de ayuda y gobiernos.
Africa "importó en el periodo 1993-1994 plaguicidas por valor de 672 millones de dólares, de los cuales se ha desperdiciado por lo menos 40 por ciento, unos 269 millones de dólares", según la investigación realizada.
Los datos de otras regiones demuestran que el problema también tiene lugar en América Latina, Europa oriental y Asia.
La acumulación de plaguicidas obsoletos en el mundo en desarrollo es responsabilidad de los donantes, las empresas agroquímicas y los gobiernos receptores, y todos ellos deben contribuir a resolver el caso, indicó FAO.
La eliminación de los plaguicidas almacenados en Africa tendrá un costo de 100 millones de dólares. El procedimiento más adecuado consiste en la incineración a alta temperatura y debe realizarse en países industrializados, que presentan las mejores condiciones para hacerlo.
FAO organizó el transporte de 260 toneladas de plaguicidas obsoletos de Yemen a Gran Bretaña, para su destrucción. Otras 350 toneladas serán eliminadas en Zambia con la colaboración de la Agencia Alemana de Cooperacion Tecnica.
La solucion a largo plazo consiste en impedir la acumulación de plaguicidas. Para ello, tanto el almacenamiento como el uso de plaguicidas químicos debe reducirse al mínimo impescindible, aconsejó la agencia. (FIN/IPS/jp/ff/en/96).