La riqueza acumulada por los ciudadanos alemanes se multiplicó por 28 desde 1960 hasta 1994, mientras el producto nacional bruto sólo creció 12 veces, según la Asociación Federal de Bancos Alemanes.
Mientras, el capital ahorrado por los alemanes hasta finales de 1995, sin considerar los bienes raíces, totalizaba 3,1 billones de dólares. A esta suma hay que añadir varios billones de dólares por concepto de patrimonio inmobiliario, de acuerdo con la misma fuente.
Las formas de ahorro preferido por la población alemana, que suma 80 millones de personas, son, por orden del capital acumulado, los depósitos en cajas de ahorro, los seguros, títulos a interés fijo, depósitos a plazo fijo, imposiciones a la vista, los fondos de inversión, las acciones y los contratos de ahorro para la construcción.
De acuerdo con el Deutsche Bank, la mayor entidad financiera del país, la conducta de los ahorristas estuvo determinada en 1995 por el nivel de los intereses y el deseo de disponer rápidamente del dinero confiado a un banco.
Así se explica que la mayor cantidad de dinero – – 387.000 millones de dólares – – se destinara a programas especiales de ahorro ofrecidos por los bancos con plazo de rescisión generalmente de tres meses.
Los ahorristas germanos hacen honor a los banqueros de su país, que gozan en el mundo entero de operar "lenta pero seguramente", pues en el último año otorgaron clara prioridad a los depósitos en cajas de ahorro, seguros de vida y valores a interés fijo. Los depósitos a plazo fijo y las acciones fueron los perdedores en 1995.
Esas dos modalidades de inversión perdieron, respectivamente, 46,4 y 3,4 por ciento respecto de 1994. En cambio, los depósitos en cajas de ahorro se incrementaron 103,1 por ciento, los seguros 85,4 y los títutlos a interés fijo, 44,9 por ciento.
Fieles a su tradición, los alemanes no se fían tanto de las acciones como de las libretas de ahorro, las pólizas de seguro de vida y los contratos de ahorro para construir su vivienda.
Sin embargo, las acciones también ofrecen la posibilidad de obtener buenos réditos, por lo menos a largo plazo. En los últimos 120 años, su valor aumentó a un promedio de 12 por ciento por año. Pero los grandes altibajos de las acciones – – entre menos 38 y más 85 por ciento – – desalientan al parecer a los conservadores ahorristas alemanes.
En cualquier caso, 12,5 por ciento de los alemanes mayores de 18 años son propietarios de una acción, por lo menos, y dos tercios de la población consideran que es posible obtener beneficios especiales de esos papeles, de acuerdo con un estudio del Instituto de Mannheim de Investigación Social Aplicada.
La forma predilecta de ahorro a largo plazo en Alemania, el seguro de vida, captó el último año 57.000 millones de dólares y se confirmó como la primera modalidad en materia de previsión privada para la vejez, señaló Hans Jaeger, presidente de Volksfuersorge, un instituto de previsión popular.
Los seguros aventajan claramente a los fondos de inversión en el área de ahorro previsional, que sólo atraen un promedio de 2.000 dólares por habitante, frente a 10.000 dólares por habitante en Estados Unidos.
Por otro lado, desde 1990, Alemania adquiere cada día más importancia para los inversores bursátiles del extranjero. Desde entonces, la compra y venta de títulos en las bolsas se ha quintuplicado, con preferencia por los papeles a interés fijo y los fondos de inversión.
En 1995, los inversores extranjeros adquirieron títulos públicos por valor de 55.000 millones de dólares, informó DB Research, filial del Deutsche Bank. (FIN/IPS/rc/ff/if/96)