La minería se presenta en Africa occidental como una explotación de uso intensivo de capital y una inversión a largo plazo, que los gobiernos de la región ofrecen como un área de nuevas oportunidades para la inversión extranjera.
"Tenemos los recursos minerales y la buena voluntad política, junto con un buen marco de inversión, todo lo cual debería merecer la atención de cualquier inversor serio", declaró el primer ministro de Costa de Marfil, Daniel Kablan Duncan.
Duncan se dirigió a un foro de inversionistas extranjeros reunido esta semana en Abidjan.
Según informaciones del Banco Mundial, sólo 700 millones de dólares fueron invertidos por el sector privado en Africa en el año 1993, de un total de 60.000 millones de dólares colocados en países en desarrollo de todo el mundo.
"Como inversores privados, miramos bien nuestros intereses antes de poner nuestro dinero en algún lugar: recursos, estabilidad política y económica, e infraestructuras, es lo que se requiere", señaló Turner Garven, alto ejecutivo de GENCOR, el gigante minero sudafricano.
GENCOR, que explota oro y diamantes en Costa de Marfil, es uno entre un conjunto de compañías mineras sudafricanas que de todas formas están estudiando el potencial de Africa occidental.
También las empresas Anglo American y Randgold tienen una fuerte presencia en la subregión, adquiriendo derechos de minería en Ghana, Guinea y Malí.
El gobierno de Costa de Marfil contempla el sector de la minería como una alternativa que complemente y en parte sustituya al tradicional sector agrícola orientado a la exportación como principal fuente de ingresos de divisas extranjeras.
Este país no es, sin embargo, el único de la subregión bendecido por una escondida riqueza mineral, que alcanza al oro, los diamantes, el petróleo y el gas natural.
Malí, que tiene oro en abundancia, señaló en el foro la nueva legislación de minería, que ofrece ventajas a la inversión extranjera.
"Queremos que nuestros socios estudien estas leyes, que son muy atractivas", dijo Amadou Sanoussy Dafe, presidente de las empresas mineras de Malí.
El vicepresidente para Africa del Banco Mundial, Jean-Louis Sarbib, atribuyó la inhibición del inversor en Africa a la duradera imagen de un continente en permanentes convulsiones, en lugar de una tierra de oportunidades. (FIN/IPS/tra-en/md/oa/arl/if/96)