Importantes políticos de Europa gestionan la celebración de la primera cumbre conjunta con gobernantes de Africa, con el fin de impulsar el comercio y la ayuda que brinda este continente a sus antiguas colonias.
La iniciativa corrió por cuenta de Portugal y el Comisario Europeo para el Desarrollo, Joao de Deus Pinheiro, el responsable de la administración de la Convención de Lomé, acuerdo de comercio y asistencia entre la Unión Europea (UE) y 70 países de Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP).
Allegados a Pinheiro informaron que el funcionario aspira a que la cumbre, dirigida a discutir el futuro de los vínculos entre la UE y los países ACP, reúna a fines del próximo año a 85 jefes de estado y de gobierno.
"Queremos presionar políticamente a los países de la UE de modo de que Africa sea una de las prioridades de Europa. Debemos asumir nuestra responsabilidad en Africa", dijo un funcionario cercano al diplomático portugués.
La cumbre prestaría atención a los problemas étnicos, políticos, económicos y sociales de Africa, pero además procuraría que la ciudadanía y los gobiernos europeos se interesen en la gestión de la UE en materia de desarrollo.
La celebración de reuniones especiales con distintos grupos regionales se está convirtiendo en una actividad habitual del bloque europeo.
Los jefes de gobierno de la UE concurrieron en marzo en Bangkok a una cumbre con gobernantes de 10 países del este de Asia, y fue anfitriona en Bruselas de otras con distintas alianzas y países de América Latina.
Al mismo tiempo, los gobernantes de la UE mantiene cumbres regulares con sus vecinos del este y el centro de Europa y con los de Estados Unidos.
Pinheiro y otros funcionarios creen que éste es el momento de que Africa sea objeto de una atención similar, especialmente porque las encuestas de opinión revelan un descenso en la preocupación de la ciudadanía europea en ese continente y en los problemas de los países en desarrollo en general.
Al mismo tiempo, la organización no gubernamental Eurostep, con sede en Bruselas, informó que la ayuda europea dirigida a Africa subsahariana cayó 670 millones de dólares desde 1991.
Mirjam van Reisen, de Eurostep, advirtió que el interés de la UE en asegurar la prosperidad económica a los países del este y el centro de Europa reemplazó los otrora fuertes vínculos del continente con sus antiguas colonias en Africa.
"El posible ingreso de países del este y el centro de Europa a la UE los convierte en un importante factor político. Ellos tienen su propia historia e intereses en política exterior para poner sobre la mesa", dijo Van Reisen.
Otros insisten en que si desean revivir el interés de Europa en Africa, los propios gobernantes africanos comenzarán a ejercer con mayor dinamismo presiones sobre sus pares europeos.
"Africa debe enviar un mensaje positivo a Europa. La caída de la asistencia de Europa se refuerza con crisis que responden a decisiones de los gobernantes de Africa", subrayó Dieter Frisch, ex director general de Desarrollo de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE.
Quienes manifiestan resistencias a la convocatoria de una cumbre de gobernantes africanos y europeos recuerdan que la celebrada en Bangkok insumió meses enteros de preparación y que, luego de su realización, no se registró un redireccionamiento de la atención de la UE hacia Asia.
Aunque la Convención de Lomé involucra a Europa con 70 países de distintas regiones, existe un creciente sentimiento en Europa tendente a promover el desarrollo de las naciones más pobres de Africa, pues los países del Caribe están construyendo vínculos con América Latina y del Norte y los del Pacífico con Asia.
La UE sostiene el pacto de asistencia y comercio, que expirará en el 2000, deberá ser modificado para adaptarlo a las nuevas y cambiantes prioridades del desarrollo. (FIN/IPS/tra-en/si/rj/mj/if dv/96