El destituido Dragoslav Avramovic fue aclamado por sus simpatizantes como el salvador que, durante su gestión en el Banco Central de Yugoslavia, dominó al tigre de la hiperinflación y puso a la política monetaria bajo control.
Avramovic, el hombre conocido como "el padrino Avram", no había contestado este miércoles a la noche para los diputados partidarios del presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, que despidieron al gobernador del Banco Central y aventaron la amenaza de profundizar las reformas económicas.
Dentro del parlamento federal, los legisladores alineados con el gobernante partido socialista Izquierda Marxista Yugoslavia Unida (JUL), al que pertenece Milosevic, vilipendiaban y manifestaban su desprecio hacia Avramovic. Afuera, un grupo de trabajadores le manifestaban su solidaridad.
Entonces, 75 de los 108 integrantes de la Cámara de Ciudadanos (baja) de Yugoslavia, país que actualmente reúne a las repúblicas de Serbia y Montenegro, pusieron fin a dos días de intenso debate con una votación definitiva.
Sólo 33 legisladores votaron a favor del mantenimiento de Avramovic en su cargo. El JUL se había salido con la suya. Los socialistas de Montenegro, que habían respaldado la gestión de Avramovic, votaron contra él.
El mercado negro de divisas reaccionó inmediatamente después de la remoción del gobernador del Banco Central. La divisa nacional, el dinar, que se había mantenido en una cotización estable de 3,3 por cada marco alemán, cayó a 3,45.
El "padrino Avram" había enfurecido a la dirigencia del JUL cuando diseñó un programa de reformas económicas que fue calificado de demasiado radical.
Los socialistas también se irritaron por su insistencia en reintegrar a Yugoslavia al sistema monetario internacional en términos que consideraron onerosos.
El gobernador acusó al gobierno federal entre el martes y el miércoles de obstruir la readmisión de Yugoslavia en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de llevar a la nación a la ruina.
"La única forma de salvar la economía es a través de créditos externos. Este gobierno aún no ha decidido si se pone del lado de Occidente o se alinea con Corea del Norte y Angola", sostuvo.
Los soterrados desacuerdos de larga data entre Avramovic y el gobierno se manifestaron de forma abierta entre marzo y abril, cuando el gobernador del Banco Central fue atacado públicamente por su negativa a imprimir dinero para financiar la temporada de siembra primaveral.
Como negociador clave de Yugoslavia ante el FMI, Avramovic sugirió que el país aceptara las propuestas de reestructuración de la entidad financiera, lo cual dejó al gobierno en una situación incómoda.
El JUL también se había enfurecido por el plan desarrollado por un autodenominado "grupo de expertos", encabezado por el propio Avramovic, que propuso un veloz programa de privatizaciones.
Los observadores estimaban que el destino de Avramovic y el modelo de privatización elegido sería crucial para el futuro económico y político de Yugoslavia.
Si bien aún se requiere la confirmación del voto de la Cámara de Ciudadanos en la Cámara de Repúblicas, el otro cuerpo del parlamento federal, esta instancia se considera apenas una formalidad, pues allí también existe una amplísima mayoría del JUL.
Avramovic, un funcionario retirado del Banco Mundial, es el autor del plan que dominó la hiperinflación en el país en enero de 1994, al que desarrolló al costo de frecuentes conflictos con el oficialismo.
En diciembre de 1993, el ex primer ministro federal Milan Panic, un empresario yugoslavo con dilatada actividad en Estados Unidos, sufrió una destitución similar a la de Avramovic por sus ideas reformistas.
El gobierno bloqueó en mayo el intento de Avramovic de formalizar el retorno de Yugoslavia al FMI en mayo con el fin de obtener créditos considerados necesarios para reconstruir la economía, destrozada por las sanciones internacionales impuestas por el apoyo del país a la guerra en Bosnia-Herzegovina.
Los esfuerzos para restaurar la economía desde la suspensión de las sanciones en noviembre se arruinaron. La mayoría de las empresas y bancos de Yugoslavia estaban en bancarrota. La industria se mantuvo inactiva por casi cuatro años. La calidad de vida se fue a pique.
Los directivos de la mayoría de las empresas estatales fueron designados por el JUL, partido conducido por Mirjana Markovic, la esposa de Milosevic. Una docena de los gerentes más importantes son, a su vez, ministros del gobierno de Serbia.
Los socialistas de línea dura creen que su permanencia en el poder se consolidará mediante el estrechamiento de vínculos con China y Corea del Norte, más que a través de compromisos con Occidente y entidades financieras mundiales que impliquen democratización o la apertura del sistema económico.
Avramovic no quiso efectuar declaraciones sobre su remoción el miércoles a la noche. "No hay comentarios. Así es la vida… Otra batalla perdida", dijo, con el rostro marcado por el desaliento.
Durante los dos días de debate, el gobernador del Banco Central intentó explicar las posibilidades que abriría al desarrollo económico la asociación de Yugoslavia a las agencias de crédito multilaterales.
Además, calificó las políticas del gobierno federal de "idiotas" y pronosticó que "retrasarán décadas el desarrollo del pueblo".
Yugoslavia sufrió en 1993 una hiperinflación que elevó los precios y convirtió la divisa nacional, el dinar, en un valor casi inútil. Las reformas emprendidas por Avramovic en enero de 1994 puso la situación bajo control y le hicieron ganar una enorme popularidad.
La decisión del gobierno a renovar la membresía del país al FMI hasta fin de este año fue una actitud "suicida", según Avramovic.
La oposición serbia cree que el JUL no quiere reformas económicas y que considera la gestión de las entidades financieras internacionales una "intromisión en los asuntos del gobierno".
Por su parte, el oficialismo acusa a Avramovic de "monopolizar las negociaciones con el FMI" y de "irregularidades". El ministro de Finanzas, Jovan Zebic, dijo al parlamento que el ex gobernador del Banco Central no implementaba las medidas dispuestas por el gobierno.
"Avramovic hace solo lo que él quiere. Esto no es sostenible", manifestó. (FIN/IPS/tra-en/vpz/fn/mj/ip if/96)