VENEZUELA: Gobierno pone fin al control de precios

Los precios de siete alimentos esenciales, último reducto de dos años de controles en Venezuela, quedaron desde hoy librados al juego de la oferta y la demanda, lo que completa el ciclo de desrregulación económica que el gobierno inició en abril.

Pan, leche en polvo, huevos, pollo, café, harina de maíz y sardinas integran la "canasta alimentaria básica", cuyos precios mantuvo bajo estricta vigilancia el gobierno desde que en junio de 1994 implantó controles de cambio, de precios y de toda la gestión bancaria.

Esos controles fueron desmontados desde el 15 de abril, cuando el presidente Rafael Caldera, de tendencia socialcristiana y populista en economía, dio un giro de 180 grados con un programa de ajustes, propuesto para enjugar el déficit y de esa manera abatir la inflación, anualizada de 86 por ciento.

Durante la última semana, funcionarios y dirigentes de los gremios de industriales y comerciantes discutieron vías para concertar los precios de la cesta básica, pero finalmente el gobierno cedió a la liberación total.

El ministro de Fomento (industria y comercio), Freddy Rojas, dijo que mantendrá "supervisión" sobre la cesta, pero "los productores, fabricantes e importadores podrán fijar los precios según sus costos, dentro del cálculo de un margen razonable".

Según los gremios de empresarios "el salto no será muy alto, sino de 20 a 30 por ciento" en los alimentos esenciales, porque se les habían autorizado aumentos en diciembre y abril, y por efecto de una drástica caída en el consumo.

Los precios de los demás alimentos han subido entre 30 y 100 por ciento en lo que va de año, como efecto de dos devaluaciones sucesivas de 70 por ciento y una inflación general intermensual de más de ocho por ciento.

Para otro bien esencial y que estuvo bajo control, las medicinas, el gobierno aceptó autorizar alzas de 60 por ciento, que los fabricantes consideran insuficientes, y dejó para las próximas semanas o meses la organización de una cesta básica de medicamentos.

Bajo control sólo quedan las tarifas de transporte público urbano de superficie y el subterráneo de Caracas, ambos subsidiados, y las de energía eléctrica, cuyas empresas distribuidoras reclaman un alza de 40 por ciento.

El panorama es que el gobierno deja precios y tarifas al libre juego del mercado o bien autoriza alzas por encima del índice general de inflación.

Las tasas de interés subieron 20 puntos en promedio desde que fueron liberadas en abril y se ubican alrededor de 65 por ciento.

La moneda estadounidense se cotiza alrededor de 470 bolívares, aproximadamente su valor en el mercado paralelo cuando se ordenó el cese del control de cambios hace seis semanas. (FIN/IPS/hm/dg/if/96)

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