El presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, afirmó hoy que el nuevo gobierno italiano muestra gran interés por acrecentar sus relaciones con América Latina y en particular por su país.
Al efectuar un balance de su visita de seis días a Italia, que concluirá este miércoles, el mandatario se declaró convencido de que Uruguay y el país europeo podrán intensificar su intercambio.
El comercio bilateral alcanza 300 millones de dólares al año, con un déficit para Uruguay de 70 millones.
Indicó que la empresa italiana Parmalat anunció nuevas inversiones en Uruguay, donde construirá una fábrica de leche en polvo y otra de leche larga vida.
Los empresarios italianos mostraron interés por invertir en el pequeño país sudamericano, en particular en sectores como la agroindustria, las obras públicas, las telecomunicaciones, el turismo y los servicios, destacó Sanguinetti, originario de la península, como un alto porcentaje de sus compatriotas.
Uruguay representa además un espacio económico que va más allá de sus fronteras por formar parte del Mercosur, junto a Argentina, Brasil y Paraguay, mercado al que próximamente se incorporará Chile.
"Todo el Mercosur aspira y desea la incorporación de Chile, que es un país compatible, desde el punto de vista político, económico y cultural, con los del Mercosur, que aportaría el otro océano, con lo cual se crearía un espacio económico que mira tanto al Atlántico como al Pacífico", subrayó.
Reconoció la existencia de dificultades para que Chile se sume al bloque subregional, relacionadas fundamentalmente con las tarifas aduaneras, pero que existe la voluntad política de resolverlas.
El frustrado y reciente intento de golpe militar en Paraguay demostró que "la democracia de ese país mostró fortaleza, los partidos políticos y el propio pueblo mostraron una gran adhesión al sistema democrático", declaró Samguinetti.
El Mercosur demostró durante la crisis paraguaya que, además de tener gran importancia en la integración económica regional, ha adquirido una personalidad política sólida.
Sanguinetti fue consultado sobre la posibilidad de que efectivos de los servicios secretos uruguayos estuvieran implicados en el asesinato en Uruguay, en 1992, de Eugenio Berríos, agente de la dictadurea militar chilena (1973-1990) y de que Santiago pidiera la extradición de esos funcionarios.
Tras aclarar que "no se puede hablar con hipótesis", dijo que el gobierno uruguayo "se atendrá a las normas jurídicas y en el terreno de las relaciones normales y amistosas que tiene con Chile y su gobierno".
Sanguinetti visitará este miércoles Génova, cuya Universidad le otorgará el título de doctor honoris causa, y luego partirá hacia Budapest.
Durante su visita de Estado el mandatario uruguayo fue recibido por las máximas autoridades italianas y por el Papa Juan Pablo II. (FIN/IPS/jp/dg/ip/96).