Los delegados a la Conferencia sobre Asentamientos Humanos que se realizará en junio en esta ciudad podrán hablar sobre los niños callejeros, pero no los verán tratando de ganarse la vida entre los hoteles cinco estrellas y las instalaciones de "Hábitat II", como se denomina la reunión.
Para que los cientos de representantes que participarán en la conferencia de la ONU entre el 3 y el 14 de junio tengan una vista de Estambul libre de personas sin vivienda, las autoridades están abocadas a desplazar a los niños callejeros, llamados "inhaladores", con sus bolsas de pegamento y solventes.
Algunos de estos niños y niñas son hijos de familias kurdas desalojadas por las tropas de sus villas en el sudeste de Turquía. Más de un millón de kurdos han sido forzados al oeste por campañas militares diseñadas para negar respaldo local a los guerrilleros separatistas.
Los vendedores callejeros también son blanco de las brigadas de limpieza, que actúan con apoyo paramilitar. Sus puestos de frutas, pan turco y vestimenta de marcas falsas han sido diezmados, junto a su único medio de sustento.
La Asociación de Derechos Humanos de Turquía (IHD), informó que muchos vendedores solicitaron la ayuda de la organización después que sus cargas fueron confiscadas y se quedaron sin trabajo.
"El siguiente blanco de las autoridades fueron los sospechosos" relató Zeunep Baran, de la IHD, y dijo que esta categoría incluye a todos aquellos capaces de alterar la paz o dar a cualquier visitante una imagen imperfecta de la ciudad.
Grandes redadas han atrapado a pequeños delincuentes, y últimamente a muchachas del este de Europa acusadas de ejercer la prostitución en las calles, aseguró Baran, aunque admitió que nadie pidió ayuda a su organización en estos casos.
Estos problemas serán planteados en la reunión paralela alternativa a Hábitat II, la cual tratará temas que las autoridades no osan tocar, dijo la activista.
La limpieza de las ciudades en vísperas de las conferencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha vuelto tradicional, como sucedió en Rio de Janeiro y El Cairo en los últimos años.
Incluso la población de gatos y perros de la ciudad ha sido víctima de la campaña de limpieza, que no ha limitado sus energías.
"No hay una decisión oficial para exterminar a los animales callejeros, pero la ciudad se prepara para Hábitat. Sabemos que lo que estamos haciendo no es una solución, pero hay casos de rabia en Estambul", dijo Huner Ozturk, del departamento de veterinaria de la municipalidad del Gran Estambul.
Un número desconocido de animales vagabundos ha desaparecido bajo la política no oficial, y activistas de los derechos de los animales acusan a las autoridades del uso de venenos e incluso ácidos. "Esto es una masacre", dijo Emel Yildiz, del Consejo de Animales.
El costo de esta gigantesca limpieza cosmética se estima en unos 20 millones de dólares. "Por supuesto que es agradable tener el pavimiento renovado, pero ?por qué no lo hacen para los ciudadanos de Estambul?", se preguntó Sukru Guzel, un conductor de 22 años.
"Siento que todo se ha hecho para los extranjeros que vienen a Hábitat, no para mí o mis vecinos", dijo Guzel, y añadió que el principal objetivo es "abrir camino" para solicitar la realización de las Olimpíadas del 2004 en Estambul.
Además, el conductor dijo que podía ver "con sus propios ojos que el trabajo hecho en la ciudad es meramente cosmético, rápido y malo". (FIN/IPS/tra-en/nm/rj/lp/dv/96)