El número de obreros portuarios descendió brúscamente en todo el mundo durante los últimos años debido al uso creciente de contenedores y a las nuevas técnicas de manejo de cargas, informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En muchos paises la pérdida de puestos de trabajo en el sector portuario osciló entre 40 y 60 por ciento, se indicó esta semana en una reunión convocada por la OIT para discutir los efectos del ajuste estructural en los puertos.
Las transformaciones acarreadas por los cambios tecnológicos indujeron a numerosos gobiernos a revisar el papel del estado en la actividad de los puertos.
Muchos países implantaron programas tendentes a reducir la participación directa de los gobiernos y a estimular el proceso de privatización.
El informe presentado a la reunión de la OIT consignó que la expansión del uso de los contenedores revolucionó los transportes nacional e internacional y también las industrias portuarias.
Los contenedores tuvieron una incidencia decisiva en el diseño y en las dimensiones de los buques de carga general. También influyeron en la planificación, equipamiento, operación y empleo en los puertos.
Al sustituir capital por trabajo, el uso de contenedores y sus consecuencias "ocasionaron una reducción considerable del empleo en los puertos, sumada a un aumento importante de la productividad laboral", observó la OIT.
El informe mencionó el ejemplo de Australia, donde la industria de los muelles era conocida por su numerosa fuerza de trabajo, sus tarifas de manejo de contenedores y el tiempo de descarga y carga de los barcos, sumamente desfavorables en relación a otros puertos internacionales.
El gobierno australiano implantó en 1989 un plan de reformas de los puertos. En Melbourne, las nuevas medidas aumentaron la productividad y redujeron en 59 por ciento la fuerza de trabajo.
La tendencia al desempleo se repitió en Gran Bretaña, donde la ocupación en los puertos disminuyó 44 por ciento entre 1989 y 1992.
En Francia, las reformas aplicadas a partir de 1992 causaron, en los seis principales puertos del país, la reducción en dos tercios de la fuerza laboral.
Las mismas tendencias se observaron en los países en desarrollo. En el puerto de Cotonou, Benin, la cantidad de empleados administrativos y de operaciones disminuyó 50 por ciento durante los cinco años últimos, dijo la OIT.
Para la reducción de la fuerza de trabajo se apeló a planes de despido y de pensiones anticipadas. La experiencia indicó que "el éxito está condicionado a la realización de consultas previas entre el gobierno y las partes sociales involucradas".
La Federación Internacional de Obreros del Transporte advirtió que la reestructuración de la mayoría de los muelles del mundo tuvo efectos negativos sobre los trabajadores, con deterioro de sus condiciones de vida.
Sin embargo, la organización sindical observó que la participación de los representantes de los trabajadores en la toma de decisiones atenuó los efectos negativos de la reestrucutración.
Las reformas ejecutadas en programas de ajuste estructural auspiciados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, dictadas por las nuevas tendencias del intercambio y de las redes del transporte, deberán evaluarse por sus efectos sobre los trabajadores, dijo el sindicato.
El informe de la OIT ratificó que "con toda probabilidad recibirá más apoyo un programa de ajuste estructural que desde el comienzo refleje las preocupaciones de los sectores afectados".
Hasta ahora -prosiguió- los representantes de los empresarios y de los obreros tuvieron participación en los programas de ajuste estructural sólo en las etapas finales, con frecuencia cuando las prioridades ya habían sido establecidas.
El tipo de empleos también cambió de manera radical debido a que el ajuste estructural requirió nuevas técnicas de gestión y diferentes aptitudes profesionales.
Cada día se necesitan en los puertos más obreros polifuncionales y operaciones de múltiples especializaciones, evaluó el informe.
Los obreros tienen ahora más responsabilidad individual y trabajan de acuerdo con instrucciones que reciben por radiocomunicaciones, por mensajes impresos mediante computadoras o informaciones recogidas de las pantallas de los ordenadores.
Las nuevas técnicas aumentaron la necesidad de personal más instruido y adiestrado en los puertos. Al parecer, los más necesitados de adiestramiento son los supervisores, capataces y operadores de equipos, seguidos de los verificadores, medidores y oficinistas.
Pero la OIT observó que el aporte del sector privado no solamente es necesario para el adiestramiento. La adaptación de los puertos a las exigencias modernas requiere enormes inversiones.
Sólo la región de Asia y el Pacífico necesitará, antes del 2000, inversiones aproximadas de 1.500 millones de dólares para aumentar su capacidad en infraestructura, de la cual los sectores de transporte y comunicaciones constituyen una parte importante. (FIN/IPS/pc/ff/lb/96)